La colitis eosinofílica es una inflamación primaria del intestino asociada con una gran cantidad de glóbulos blancos que inundan la región. La condición parece ser el resultado de una respuesta de hipersensibilidad en el sistema inmunológico y se puede tratar con medicamentos y modificaciones en la dieta. Por lo general, aparece en recién nacidos y adultos jóvenes, y debe diagnosticarse con cuidado para evitar confundirlo con otras afecciones.
Numerosos problemas pueden causar colitis, un término general para la inflamación intestinal que puede variar en severidad dependiendo de las membranas mucosas involucradas. Los pacientes experimentan síntomas similares en todas las formas, incluidas heces blandas, náuseas, vómitos y pérdida del apetito. Las heces pueden tener sangre en algunos casos y pueden contener hebras pesadas de moco. La infección, las afecciones inflamatorias, las reacciones a objetos extraños y algunas afecciones genéticas pueden causar colitis. Esta afección puede ser común en niños pequeños o personas que están bajo estrés que podría estar relacionado con viajes, cambios importantes en la vida o problemas personales.
La colitis eosinofílica es una inflamación primaria; no hay una causa subyacente o explicación para la condición. El intestino del paciente desarrolla un estado de inflamación que puede empeorar sin tratamiento. La atención inmediata para la colitis eosinofílica puede incluir corticosteroides para tratar la inflamación junto con medicamentos protectores del intestino para tratar las lesiones. Las modificaciones dietéticas, como el aumento de la fibra, también pueden ayudar a aumentar la comodidad del paciente, reducir la inflamación y solidificar las heces.
Se necesita una evaluación médica cuidadosa en caso de sospecha de colitis eosinofílica. Si en realidad es causado por un proceso subyacente en el cuerpo del paciente, omitir la causa podría significar que el tratamiento no es apropiado. Esto podría provocar retrasos en el tratamiento que podrían causar complicaciones. Por ejemplo, si el paciente realmente tiene un objeto extraño en el intestino, podría romperse, lo que requeriría una cirugía de emergencia para corregir el problema.
Algunos exámenes de colitis pueden incluir análisis de muestras fecales para detectar microorganismos y niveles anormales de glóbulos blancos, radiografías y otras imágenes para observar el intestino, biopsia del revestimiento del intestino o análisis de sangre para evaluar al paciente. Estas medidas pueden recomendarse para llegar a la causa raíz y confirmar un diagnóstico de colitis eosinofílica a través del proceso de eliminación. El tratamiento debe continuar hasta que el paciente se recupere por completo y el intestino haya vuelto a la normalidad. Es importante apoyar al paciente con reposo y líquidos, ya que la diarrea asociada a la colitis puede provocar una pérdida de líquidos que puede poner al paciente en riesgo de deshidratación y complicaciones graves.