¿Qué es una perforación del tabique nasal?

Una perforación del tabique nasal es un desgarro o punción en la capa de tejido que separa las fosas nasales. El tabique nasal está compuesto por cartílago flexible y hueso que mantiene la forma de la nariz y mantiene abiertas las vías respiratorias nasales. Dado que el tejido es relativamente delgado y débil, las perforaciones debidas a traumatismos directos, infecciones graves y patógenos ambientales son bastante comunes. Dependiendo del tamaño de la perforación y la causa subyacente, un médico puede corregir el problema y aliviar los síntomas con medicamentos. Sin embargo, la cirugía es necesaria en muchos casos para reparar y reforzar el tabique.

Las perforaciones pueden ocurrir por muchas razones diferentes. Los traumatismos en la parte exterior de la nariz, como caerse o recibir un puñetazo en la cara, pueden provocar una perforación del tabique nasal si el impacto es lo suficientemente fuerte. El traumatismo directo en el tabique en sí es una causa más común, como puede ocurrir con hurgarse la nariz en exceso, insertar un objeto extraño en la fosa nasal o una cirugía facial previa. Muchas infecciones y afecciones crónicas también pueden dañar el tabique, como la sífilis, la enfermedad de Crohn, la artritis reumatoide y la sarcoidosis. Finalmente, la exposición a toxinas industriales o inhalar drogas en polvo como la cocaína puede irritar y eventualmente romper el tabique.

Es posible que una pequeña perforación del tabique nasal no cause síntomas notables y que la afección no se diagnostique hasta que el paciente se someta a un examen físico de rutina. Cuando hay síntomas, pueden incluir obstrucción crónica en una o ambas fosas nasales, formación de costras en el sitio de la punción y hemorragias nasales frecuentes. Algunas personas experimentan una secreción espesa y maloliente de la nariz, una señal de que una perforación del tabique está infectada.

Un médico generalmente puede identificar una perforación del tabique nasal simplemente inspeccionando las fosas nasales, pero la causa subyacente puede ser difícil de determinar. Para ayudar en un diagnóstico, un médico generalmente revisa el historial médico de un paciente, pregunta sobre un posible trauma o uso de drogas y recolecta muestras de moco y sangre para pruebas de laboratorio. Es importante que el médico comprenda la causa para poder prescribir el tratamiento más adecuado.

Si una perforación es causada por medicamentos o toxinas irritantes, se le indica al paciente que evite las sustancias. La aplicación de un ungüento protector e hidratante, como vaselina, puede ayudar a reducir los síntomas mientras la perforación se cura por sí sola. Las enfermedades subyacentes, las infecciones o las afecciones crónicas se tratan adecuadamente con medicamentos para reducir el riesgo de una perforación del tabique nasal recurrente. Cuando otros tratamientos son ineficaces, un cirujano puede suturar un parche de silicona en el tabique para cerrar el desgarro. Los injertos de cartílago y otros procedimientos quirúrgicos invasivos se realizan en perforaciones grandes o recurrentes.