Un microprocesador es simplemente un procesador de computadora que se ha configurado en el diseño y la función de un microchip. A veces denominado chip lógico, este pequeño componente funciona como el medio para ejecutar el comando para iniciar el arranque de una computadora. Como parte del proceso, el microprocesador inicia la activación de todos los componentes necesarios para permitir el uso de la computadora, como activar el sistema operativo.
La funcionalidad básica de este procesador se basa en su capacidad inherente para responder y generar operaciones matemáticas y lógicas. Esto es posible con el uso de registros, dentro de los cuales residen todos los datos necesarios para ejecutar funciones básicas como la suma y la resta. La configuración de los registros también permite que el microprocesador maneje tareas como comparar dos números diferentes y recuperar números de varias áreas y redistribuirlos.
En el núcleo del diseño hay una serie de instrucciones lógicas que regulan el orden en que se reciben y ejecutan las tareas. La presencia de las instrucciones asegura que las tareas se lleven a cabo en una secuencia que fluirá desde la finalización de una tarea hasta el inicio lógico de la siguiente tarea en la secuencia. Por ejemplo, cuando un usuario final inicia una computadora, la primera instrucción que se ejecutará es la activación del BIOS, o sistema básico de entrada / salida. A partir de ese momento, el BIOS cargará el sistema operativo en la memoria activa y pasará a la siguiente tarea en el proceso de inicio. Cada tarea sucesiva se logrará una vez que se complete la tarea anterior.
Generalmente, un microprocesador es un componente que permanece eficiente y productivo durante la vida útil de la computadora. Sin embargo, es posible que la funcionalidad del chip se dañe de alguna manera, y cuando esto sucede, generalmente es un proceso fácil para que un técnico en computación reemplace el chip dañado por uno que funcione completamente.