El cemento de cenizas volantes ofrece muchas ventajas sobre el cemento regular, incluida una menor permeabilidad al agua y una mayor resistencia. Sin embargo, cuando se producen incorrectamente, las cenizas volantes de mala calidad demostrarán desventajas, como una mayor permeabilidad del concreto y tiempos de curado lentos. Las cenizas volantes fabricadas correctamente, así como los cálculos de proporción específicos, normalmente producen un producto de concreto de calidad que supera cualquier inconveniente.
La ceniza volante real es un residuo derivado de la quema de carbón; este precipitado se puede mezclar con otros ingredientes de cemento para hacer hormigón. A medida que las cenizas volantes se mezclan con los componentes del cemento, como arena y agregados, llenan pequeños espacios dentro de la mezcla para obtener una sustancia extremadamente cohesiva. El cemento de cenizas volantes resultante resiste la infiltración de agua, que puede dañar el producto de concreto endurecido final; cualquier agua atrapada dentro de una mezcla de cemento puede expandirse y contraerse con las variaciones de temperatura para eventualmente agrietar el concreto.
La mayor densidad de la mezcla de cemento de cenizas volantes contribuye a su alta resistencia. Dado que las cenizas volantes llenan pequeñas grietas dentro de la mezcla de cemento, el residuo en realidad se adhiere a más componentes que un sustituto equivalente, como el cemento Portland. Como resultado, la resistencia final del hormigón después del curado es sustancialmente mejor que la de otros tipos de mezclas de cemento.
La forma en que se producen las cenizas volantes es muy importante para las propiedades de la mezcla de cemento; las cenizas volantes que no se queman lo suficiente tendrán partículas más grandes. Estas piezas más grandes no encajarán dentro de las pequeñas grietas constituyentes del hormigón y, de hecho, formarán nuevos huecos o espacios. El hormigón de cenizas volantes resultante está sujeto a la permeabilidad al agua ya que los espacios internos son lo suficientemente grandes para acomodar muchas moléculas líquidas.
Los tiempos de curado lentos también pueden ser un inconveniente para el cemento de cenizas volantes. La densa estructura de hormigón no permite que se filtre mucho aire en el espacio entre las moléculas; como resultado, se alarga el tiempo de fraguado. Por ejemplo, los proyectos de construcción que requieren una reparación rápida de un muro de concreto pueden no querer usar concreto de cenizas volantes ya que no se endurecerá lo suficientemente rápido como para permitir que el tráfico fluya cerca de manera segura.
Por el contrario, algunos trabajadores del hormigón ven el lento tiempo de fraguado como una ventaja, más que como un inconveniente. Los tiempos de curado rápidos tienden a producir fracturas por tensión a través del concreto, ya sea a lo largo de la superficie o localizadas internamente. Estas grietas reducen significativamente la resistencia del objeto de hormigón. Los tiempos de curado lentos permiten que el concreto de cenizas volantes se asiente de manera constante en su posición, incluso con temperaturas fluctuantes.