El ligamento umbilical medial es una estructura anatómica presente en el cuerpo humano que existe como un remanente de vasos sanguíneos que eran importantes para la circulación fetal. También se conoce como el cordón de la arteria umbilical. Aunque las arterias umbilicales son críticas para los bebés en desarrollo, después del nacimiento se cierran y se convierten en los ligamentos umbilicales mediales. Estas estructuras no juegan un papel en la circulación en adultos, y son clínicamente significativas porque pueden obstruir diferentes procedimientos quirúrgicos realizados en la región abdominal.
Durante la etapa prenatal, la circulación de sangre dentro del feto no es la misma que la circulación de sangre en adultos. Los bebés en desarrollo obtienen su nutrición y oxígeno de sus madres, y también eliminan los productos de desecho alimentándolos en la circulación materna. La sangre del feto puede interactuar con la sangre materna en la placenta. La vena umbilical alimenta la sangre fetal a la placenta y las arterias umbilicales devuelven la sangre al feto. Estas arterias umbilicales alimentan la sangre hacia la vena cava inferior, un vaso sanguíneo que desemboca en el corazón fetal.
Aunque estas arterias umbilicales juegan un papel importante en la circulación fetal, se cierran después del nacimiento, dejan de transportar sangre y se convierten en los ligamentos umbilicales mediales. En adultos, estas estructuras se encuentran en la cara interna de la pared abdominal anterior. Se convierten en estructuras fibrosas ubicadas en la cavidad abdominal, y pueden tener redes de tejido conectivo que se ramifican desde ellas.
El ligamento umbilical medial no juega ningún papel crítico en la fisiología humana después del nacimiento. Pueden causar problemas durante la cirugía abdominal, especialmente si la cirugía se realiza por vía laparoscópica. El ligamento umbilical medial puede oscurecer el campo de visión del cirujano y restringir el movimiento de los instrumentos quirúrgicos en la cavidad abdominal. Si se desarrolla esta situación, muchos cirujanos eligen cortar los ligamentos. Esto no causa al paciente ningún efecto adverso.
Si solo está presente un ligamento umbilical medial al nacer, el recién nacido podría tener un mayor riesgo de varios defectos congénitos. Tener solo un ligamento umbilical medial significaría que el feto en desarrollo solo tiene una arteria umbilical. Los pacientes con este hallazgo corren el riesgo de tener defectos cardíacos, anomalías renales y malformaciones del tracto gastrointestinal. El descubrimiento de que un paciente solo tiene una arteria umbilical generalmente se logra mediante ultrasonido prenatal o examinando el cordón umbilical al nacer. Los cordones umbilicales normales deben mostrar tres vasos, incluida una vena umbilical y dos arterias umbilicales.