La triyodotironina, también conocida como T3, es la principal forma activa de la hormona tiroidea. Es producida por la glándula tiroides junto con la hormona tiroxina, o T4. Solo una proporción relativamente pequeña de la T3 total que circula en la sangre proviene directamente de la tiroides, y más del 80 por ciento se forma en los tejidos del cuerpo al eliminar el yodo de la tiroxina. Se cree que las hormonas tiroideas afectan prácticamente a todas las células del cuerpo y los efectos de T3 incluyen la estimulación del metabolismo, el crecimiento y el desarrollo. Esto significa que los niveles de energía del cuerpo, la temperatura y la función adecuada de todos sus órganos y tejidos dependen de la función normal de triyodotironina.
Las hormonas tiroideas están hechas de moléculas de tirosina, un tipo de aminoácido y yodo. La tiroxina, o T4, está hecha de dos tirosinas y cuatro átomos de yodo, mientras que la triyodotironina, o T3, también consta de dos tirosinas pero con solo tres átomos de yodo unidos. La eliminación de un átomo de yodo convierte la T4 en la hormona activa T3, y este es el proceso que tiene lugar en los tejidos del cuerpo. En la sangre, la mayoría de las hormonas tiroideas están unidas a una proteína transportadora especial llamada globulina fijadora de tiroxina, pero también hay pequeñas cantidades de T3 y T4 libre o libre.
La glándula pituitaria en el cerebro libera una hormona llamada hormona estimulante de la tiroides, o TSH, que actúa sobre la glándula tiroides y produce triyodotironina y tiroxina y las libera a la circulación. Una caída en la cantidad de hormonas libres hace que la pituitaria reaccione al aumentar la TSH, estimulando la glándula tiroides para liberar más hormonas. Si aumenta la cantidad de hormonas libres, la TSH disminuirá y la tiroides producirá menos hormonas. De esta manera, la cantidad de hormonas tiroideas libres en la circulación se regula constantemente.
La enfermedad de la glándula tiroides puede causar que la producción de hormonas tiroideas aumente o disminuya de manera anormal, lo que lleva a las condiciones conocidas como hipertiroidismo e hipotiroidismo, respectivamente. En el hipotiroidismo, hay menos triyodotironina que actúa sobre las células del cuerpo y la tasa metabólica disminuye dando síntomas de cansancio y sensación de frío. El hipertiroidismo envía el metabolismo a toda marcha, causando síntomas como inquietud, pérdida de peso y diarrea.
Normalmente, se realizan análisis de sangre que incluyen TSH y T4 libre, pero también se puede requerir una medición de T3 libre si la TSH es anormalmente baja pero T4 es normal. Esto es necesario para detectar la condición conocida como T3-tirotoxicosis donde la tiroides produce cantidades excesivas de T3, mientras que la producción de T4 sigue siendo normal. Los niveles de T3 libre pueden elevarse, junto con los niveles de T4 libre en la forma más común de hipertiroidismo, conocida como enfermedad de Grave. El tratamiento del hipertiroidismo puede incluir medicamentos, radioterapia o extirpación quirúrgica de la glándula tiroides. El hipotiroidismo generalmente se trata tomando hormona tiroidea, con mayor frecuencia en forma de T4, pero a veces se usa T3 o una combinación de ambos.