Un peroxisoma es una estructura especializada dentro de una célula que ayuda a eliminar toxinas del organismo huésped. En los animales, los peroxisomas a menudo se concentran especialmente en la vecindad del hígado y los riñones, los centros de filtración de toxinas. En las plantas, los peroxisomas ayudan con la fotosíntesis. En cualquier caso, un trastorno de peroxisoma puede ser un problema grave, ya que estas estructuras son cruciales para el bienestar de gran parte de la vida en la Tierra.
Al igual que otras estructuras especializadas dentro de una célula, un peroxisoma se considera un ejemplo de orgánulo. Esencialmente, los orgánulos son como órganos en miniatura dentro de la célula, tal como su nombre lo indica, y realizan muchas de las mismas funciones que los órganos principales, solo que en una escala mucho más pequeña. Cuando se observa al microscopio, es posible ver que los peroxisomas tienen una forma más o menos esférica, y están rodeados por una envoltura de lípidos y proteínas que protege al resto de la célula de la actividad dentro del peroxisoma.
Estas estructuras se identificaron por primera vez con firmeza en 1967, una década después de haber sido descritas por un estudiante de doctorado sueco. El peroxisoma es más bien un orgánulo único, porque es capaz de replicarse, al igual que el ADN. Cuando se necesitan más peroxisomas en una célula, los peroxisomas existentes pueden crecer y luego dividirse para satisfacer la necesidad.
Cuando un peroxisoma absorbe una toxina, la oxida, convirtiéndola en peróxido de hidrógeno. Sin embargo, el peróxido de hidrógeno no es una cosa muy saludable para tener flotando en el cuerpo en grandes cantidades, por lo que los peroxisomas también son capaces de descomponer el peróxido de hidrógeno, convirtiéndolo en agua útil y oxígeno que la célula puede utilizar para una variedad. de tareas o expresadas, si el cuerpo tiene un exceso.
Los peroxisomas son parte del proceso del metabolismo celular, que mantiene las células funcionando sin problemas para garantizar que tengan suficiente energía para realizar sus funciones. Con los peroxisomas en la fritz, las personas pueden desarrollar trastornos relacionados con la acumulación de lípidos y otras toxinas en sus cuerpos. Esto puede manifestarse en forma de una variedad de afecciones, incluido el trastorno neurológico conocido como Síndrome de Zellweger.