Un Nanday Conure es un ave inteligente que puede desarrollar problemas de comportamiento si no se entrena adecuadamente. Es fácil alentar involuntariamente los malos hábitos en estos miembros de la familia de los loros, y hacer un seguimiento de su propio comportamiento es tan importante como recompensar o disciplinar el comportamiento del conure. En el caso de un ave más vieja que de repente ha desarrollado malos hábitos, el primer paso es observar su propio comportamiento.
No es inusual que las personas fomenten involuntariamente el mal comportamiento en su Nanday Conure. Gritar puede ser extremadamente desagradable y frustrante, y regañar al loro, reconocer el comportamiento o dejar que el pájaro salga de su jaula para calmarlo puede simplemente empeorar el problema. Hacer esto le enseña al pájaro que los gritos no solo le llaman la atención, sino que le dan lo que quiere. Para terminar con este comportamiento, el ave debe aprender que los berrinches no son la forma de obtener lo que quiere. Ignore el conure hasta que esté tranquilo y luego recompénselo con atención por este comportamiento adecuado.
Morder es otro hábito por el que Nanday Conures puede ser conocido, y la base para entrenar a Nanday Conure para que no muerda es establecerse como el alfa o líder. El pájaro nunca debe mantenerse por encima de la altura del pecho para reforzar que el humano, no el pájaro, está a cargo. Del mismo modo, las perchas en la jaula del pájaro deben colocarse de modo que mantengan al pájaro en una posición más baja y sumisa para las personas en el hogar. Morder puede ser una forma de desafiar al alfa, y no debe tolerarse, aunque el conure no debe lastimarse. Una forma fácil de hacer que el pájaro libere su mordedura es estrechar la mano o la percha sobre la que está sentado, obligándolo a luchar para recuperar el equilibrio.
Un Nanday Conure que persiste en mostrar un comportamiento no deseado puede tener otra razón para estos malos hábitos. Asegúrese de que no esté aburrido y actúe porque está frustrado con una jaula pequeña, falta de juguetes o soledad. Eliminar cualquiera de estas causas subyacentes puede ayudar a que el entrenamiento sea mucho más fácil, y resultar no solo en un pájaro más feliz sino en un vínculo más fuerte entre humanos y loros.
El entrenamiento exitoso depende de convertirse en el líder del rebaño. Una vez que el Nanday Conure acepte el hecho de que su ser humano no solo es el cuidador principal sino también el jefe, se dará cuenta de que hay límites que debe cumplir. El entrenamiento crea un vínculo de confianza entre el pájaro y el dueño, ayuda a las aves tímidas o tímidas a ganar confianza y a sentirse cómodas en su entorno, y calma a las aves agresivas.