La vida de un dragón barbudo se ve afectada principalmente por su hábitat, el suministro de alimentos disponible y la presencia de depredadores o parásitos. Los dragones barbudos de mascotas generalmente viven más tiempo que los de la naturaleza. La vida media de un dragón barbudo es de entre cinco y ocho años. Con una dieta nutritiva y atención médica adecuada, un dragón barbudo puede vivir hasta 12 años.
Los dragones barbudos son nativos de Australia y Tasmania. Viven en una variedad de hábitats, incluyendo áreas boscosas y desiertos rocosos. Estos reptiles son más activos durante el día, pero prefieren mantenerse en madrigueras profundas cuando la temperatura es demasiado alta o baja. Al igual que otros reptiles de sangre fría, los dragones barbudos no pueden autorregularse su temperatura interna y deben confiar en la temperatura ambiente para mantenerlos calientes o fríos.
El suministro de alimentos disponible también puede afectar la vida útil de un dragón barbudo. En la naturaleza, estos reptiles comen frutas, flores e insectos. Los dragones barbudos de mascotas son alimentados con una dieta similar, junto con vitaminas y minerales, especialmente calcio. Los dragones barbudos son propensos a desarrollar deficiencias de calcio. Un nivel bajo de calcio o hipocalcemia puede causar huesos débiles y una función muscular o nerviosa deficiente. Alimentar a un dragón barbudo y otros alimentos ricos en calcio puede no proporcionar calcio adecuado, por lo que generalmente se requieren suplementos.
Los alimentos vivos generalmente se compran en tiendas de mascotas para proporcionar una nutrición adecuada a los dragones barbudos. Los grillos son los más populares, aunque los gusanos de harina, las jóvenes cucarachas silbantes de Madagascar y los gusanos de cera también son buenas fuentes de proteínas. Ofrecer presas vivas de jardines u otras áreas del vecindario con poblaciones de insectos puede representar una amenaza potencial para la vida de un dragón barbudo, porque a diferencia de los insectos criados comercialmente, los insectos nativos pueden estar expuestos a pesticidas. El consumo de insectos que han estado expuestos a pesticidas puede dañar o matar a un dragón barbudo.
El suministro de alimentos de un dragón barbudo puede acortar su vida útil de otra manera. Si los grillos no se eliminan del hábitat de un dragón barbudo mientras duerme, pueden morder al reptil durante la noche, causando lesiones y posiblemente infección. Tener demasiados grillos en su recinto también puede ejercer presión sobre el dragón barbudo, debilitando su sistema inmunológico.
Ciertas enfermedades pueden afectar negativamente la vida de un dragón barbudo. Estos reptiles son criaturas relativamente sanas, pero a veces son susceptibles a parásitos internos y externos, infecciones gastrointestinales o respiratorias y pseudomona, una infección bacteriana que afecta a los órganos principales. Los dragones barbudos también son susceptibles a los coccidios, pequeños protozoos que pueden causar diarrea severa y deshidratación.