Una declaración de impacto ambiental es una declaración escrita que saca conclusiones sobre cómo un curso de acción puede afectar el medio ambiente. En los EE. UU., La Ley de Política Ambiental Nacional (NEPA) promulgada en 1970 establece que el gobierno federal y las personas o empresas deben notificar por adelantado al público al tomar cualquier medida que pueda tener un impacto en el medio ambiente. El entorno considerado no es solo el entorno ecológico, biológico y geológico, sino también la estructura social de un país.
Se prepara una declaración de impacto ambiental (EIS) para el gobierno y debe incluir lo siguiente:
1. Impacto ambiental que es inevitable a través de la acción.
2. Todas las alternativas a la acción.
3. El impacto del uso a corto plazo del medio ambiente en las capacidades de producción a largo plazo del medio ambiente.
4. Declaraciones sobre el uso de recursos que no pueden ser reemplazados como parte de la acción.
5. El efecto total sobre el medio ambiente relacionado con la acción, y otros posibles efectos sobre el medio ambiente, denominados efectos secundarios.
La declaración de impacto ambiental está sujeta a revisión. Una vez revisado, el gobierno o la empresa privada tienen permiso para proceder con una acción o no proceder. A veces, NEPA aprobará una de las acciones alternativas propuestas en lugar de la acción propuesta.
La declaración de impacto ambiental no necesita estar preparada para todas las acciones. Algunas acciones están excluidas de requerir una declaración de impacto ambiental. Por ejemplo, el Servicio Forestal generalmente puede tomar medidas como la quema controlada o la eliminación de árboles en pequeñas cantidades sin presentar una declaración de impacto ambiental.
Recientemente, NEPA revisó sus definiciones de exclusiones categóricas e implementó nuevas definiciones de lo que constituye el impacto ambiental. Algunas acciones tomadas por una agencia o compañía federal ahora están excluidas. En otros casos, una empresa o agencia gubernamental ahora solo necesita presentar una evaluación ambiental (EA), en lugar del formulario de declaración de impacto ambiental más largo.
Los ambientalistas, que creían que las políticas anteriores funcionaban bien, impugnaron los cambios. Las pequeñas empresas y las grandes corporaciones, por el contrario, respaldaron los cambios, ya que ciertas acciones tomadas por las empresas pueden ser costosas cuando se debe publicar una declaración de impacto ambiental. Sin embargo, algunos sienten que suavizar las reglas es inapropiado cuando el ambiente ya está en riesgo debido a muchos comportamientos practicados por compañías e individuos.