Un madrigal es una pieza musical que está destinada a ser cantada por dos o seis voces en armonía polifónica. Esta forma musical varía ampliamente en estilo y contenido, aunque la mayoría de los madrigales son composiciones seculares, siendo el amor un tema popular, especialmente en los madrigales posteriores del siglo XVII. Los coros de cámara pueden realizar madrigales en eventos especiales, y a veces también es posible escucharlos en ferias del Renacimiento y otros eventos que celebran la cultura europea en el Renacimiento.
Los primeros ejemplos de madrigales parecen datarse del siglo XIV en Italia. Estas primeras versiones de la forma generalmente fueron cantadas por dos o tres personas, que mezclaron sus voces en una armonía distinta pero generalmente simple. A medida que la forma se extendió por Europa, se hizo más compleja y estilizada, hasta que un madrigal se convirtió en una pieza musical muy formal e impresionante que puede ser bastante inquietante, a pesar de tener un tema secular. Muchas personas asocian madrigales con el período del Renacimiento, aunque la forma se realizó ampliamente hasta el siglo XIX.
Inglaterra en particular ha sido conocida por sus madrigales, con numerosos compositores de la forma, como Thomas Morley y Orlando Gibbons. Más tarde, los compositores de madrigales de toda Europa se centraron en la interpretación de muchas voces en una armonía compleja y muy ornamentada, a veces casi ocultando las palabras y el tema de la música. La falta de acompañamiento también muestra las habilidades de los cantantes, aunque puede actuar para destacar a los cantantes que también tienen menos talento.
No hay una forma establecida para un madrigal; en otras palabras, ningún esquema de rima dicta qué es un madrigal y qué no, y la música no tiene que seguir un metro en particular. Por convención, un pareado que rima termina con la mayoría de los madrigales, aunque esto no es obligatorio. La música también se puede componer para cualquier ocasión, con madrigales que aparecen en fiestas de celebración, funerales y una variedad de otros eventos.
Cantar un madrigal es un desafío, especialmente cuando integra múltiples armonías. Algunos cantantes tienen dificultades para mantenerse en el camino cuando pueden escuchar a otros cantantes cantando diferentes partes de la música, lo que puede provocar saltos o dudas en la música. Sin embargo, cuando se ejecuta un coro bien entrenado y coordinado, el resultado es bastante distintivo. Muchos grupos corales graban sus madrigales para que los fanáticos puedan comprarlos para disfrutar en casa, y comparar los madrigales con formas de música religiosa del mismo período de la historia puede ser una forma interesante y esclarecedora de pasar una noche.