Un cepillo de uñas es un cepillo pequeño y rectangular que está diseñado para usarse en las uñas. Los cepillos para uñas generalmente se hacen con cerdas cortas y fuertes que pueden eliminar la suciedad que se ha acumulado en las uñas, alrededor del lecho ungueal y debajo de las uñas. Los cepillos de uñas pueden ser utilizados diariamente por personas que simplemente desean mantener sus manos lo más ordenadas posible. Sin embargo, son particularmente útiles para aquellos que se ensucian las manos en su trabajo o mientras trabajan en manualidades o pasatiempos.
Los cepillos para uñas se pueden usar para ayudar a eliminar las manchas de la piel. Pueden ser especialmente útiles para las personas que trabajan en motores de automóviles. Los pintores y jardineros también pueden usar cepillos de uñas para ayudar a limpiar sus uñas después de terminar su trabajo. Para eliminar las manchas difíciles o la suciedad de la piel, es mejor usar también jabón al frotar las uñas con un cepillo de uñas. El jabón puede ayudar a sacar la suciedad de la piel.
Hay una serie de cremas y jabones que están formulados específicamente para eliminar la suciedad y las manchas de la piel. Es útil usar estos productos si las manos se ensucian particularmente. El uso de estos junto con un cepillo de uñas debería eliminar la mayoría, si no todas, las manchas y la suciedad de la piel. Asegúrese de usar también agua tibia que suavizará la piel y permitirá una limpieza más profunda.
Una de las desventajas de usar un cepillo de uñas es que puede dejar la piel bastante seca. Frotar la piel alrededor y justo debajo de las uñas con las cerdas firmes de un cepillo de uñas puede eliminar la humedad y los aceites naturales de la piel. Para evitar la piel seca y agrietada, es bueno usar un humectante para manos o un ungüento para manos una vez que se hayan limpiado la piel y las uñas. Es especialmente importante usar algún tipo de emoliente si las uñas se limpian a diario.
Para tratar las manos muy sucias, intente usar un humectante o ungüento antes de usar un cepillo para uñas. Primero, lávese bien las manos con jabón y agua caliente. Luego aplique un emoliente. Una vez que haya sido absorbido por la piel, comience a limpiar las yemas de los dedos con jabón y un cepillo para uñas. El emoliente ayudará a suavizar cualquier suciedad y mugre que se haya incrustado en la piel, permitiendo un proceso de limpieza más fácil.