El índice de precios al consumidor, o IPC, es una herramienta de medición utilizada por varios países para indicar la inflación o la deflación durante un período de tiempo. Utilizando una lista predeterminada de bienes comprados por el hogar promedio, los economistas y las agencias gubernamentales pueden monitorear los precios pagados para ver si los precios están subiendo o bajando. Un pronóstico del IPC es una proyección de lo que podría suceder con los niveles de inflación futuros, según los datos actuales e históricos del IPC. Se utilizan diferentes técnicas y variables para crear un pronóstico de IPC, según el país y el propósito del pronóstico.
La mayoría de los países utilizan productos estándar para medir el IPC. Por ejemplo, los Estados Unidos calculan el IPC utilizando categorías principales de artículos como alimentos, combustible, vivienda, indumentaria y atención médica. Los países europeos usan bienes similares, incluida la electricidad y otros gastos de energía, pero eliminan productos como el tabaco y las bebidas alcohólicas. Colectivamente, los bienes representativos utilizados para calcular el IPC se denominan cesta de la compra o simplemente, la cesta. Los cambios en el precio de los artículos en la cesta se promedian durante un período de 12 meses para proporcionar una indicación de la tasa de inflación.
Independientemente de los bienes específicos utilizados para calcular el IPC, en términos de crear un pronóstico de IPC, el proceso es similar de país a país o de región a región. Los datos históricos se compilan y comparan con los datos actuales para proporcionar la información necesaria para detectar tendencias en las fluctuaciones de precios. Con base en esas tendencias, los estadísticos crean una estimación de los cambios de precios que probablemente ocurrirán durante el próximo mes, año, década u otro período de tiempo. Algunos tipos de modelos de pronóstico del IPC se centran solo en productos específicos dentro de la canasta, en oposición a todos los artículos representativos.
Los métodos y técnicas utilizados para proyectar futuros cambios en el IPC varían. La precisión de varios modelos de pronóstico del IPC es a menudo un área de discusión entre economistas y agencias gubernamentales. Dado que un pronóstico del IPC juega un papel importante en las decisiones y políticas económicas, las empresas y los gobiernos necesitan proyecciones precisas. Como tal, se puede usar una variedad de métodos para crear el pronóstico de IPC más preciso posible, dependiendo de la categoría de bienes que puedan influir en una decisión particular.
Las empresas de inversión, por ejemplo, podrían crear sus propios métodos para desarrollar un pronóstico del IPC, que cubra los artículos de la cesta que caen en el mercado de productos básicos. Los pronósticos de esta variedad ayudan a los asesores de inversión a hacer recomendaciones sobre dónde deben invertir los clientes durante el próximo mes, trimestre o año. Alternativamente, una agencia gubernamental podría usar un pronóstico del IPC que cubra todos los artículos de la cesta, promediados durante el último año, para evaluar las necesidades presupuestarias del año siguiente, los beneficios de asistencia pública o para asignar fondos para iniciativas de crecimiento económico.
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