¿Cuáles son los diferentes tipos de cultura corporativa?

La cultura corporativa es un tipo de cultura organizacional que abarca las diversas creencias, valores y otros elementos culturales que definen una empresa en particular. Hay muchos tipos diferentes de cultura corporativa que a menudo se mezclan, incluso dentro de empresas individuales. Algunos son definidos por los fundadores de una empresa cuando construyen el negocio con objetivos específicos basados ​​en ciertos valores. Otros se importan cuando las empresas contratan a más empleados con diversos conocimientos, experiencia y valores. Con el tiempo, estos valores diferentes mantenidos por la gerencia, los empleados y otras personas importantes para la compañía se mezclan para formar la cultura corporativa general.

Existen varios tipos diferentes de cultura corporativa que definen los aspectos organizacionales y, en gran medida, los sociales de un negocio determinado. Algunos son estrictamente jerárquicos y tienen como objetivo el control, la estabilidad y la eficiencia interna. Este es un tipo de cultura y no solo un esquema organizacional porque refleja y hace cumplir la manera en que los empleados interactúan, los valores de la empresa y la forma particular en que la empresa se construye para lograr sus objetivos. Una cultura corporativa similar puede estructurarse jerárquicamente, pero puede estar más centrada en la competencia y en las preocupaciones externas que en la eficiencia interna.

Algunas culturas corporativas se basan menos en el control y la organización que en la libertad y la creatividad. Estos enfatizan la creatividad, la flexibilidad y la innovación sobre la organización estricta y la eficiencia. Tal cultura puede construirse en base a la idea de que una organización estricta y una estructura jerárquica sofocan la creatividad. Los empleados interactuarán entre sí y con sus gerentes de una manera drásticamente diferente que los empleados en culturas corporativas más orientadas al control. Las personas y los equipos pueden, por ejemplo, tener mucha más autonomía.

Hay ventajas y desventajas asociadas con todos los diferentes tipos de culturas corporativas. Uno que se basa demasiado firmemente en el control y la estabilidad, por ejemplo, puede estancarse porque suprime el pensamiento libre, la individualidad y la creatividad. Por otro lado, una empresa que permite a sus empleados demasiada autonomía puede ser ineficiente si los empleados no están particularmente motivados. La cultura definida por los fundadores de una empresa también puede chocar con la que surge de los empleados en el lugar de trabajo. Sin embargo, una cultura corporativa coherente puede unificar a los empleados, aumentar la satisfacción laboral general y mejorar en gran medida la eficiencia y la productividad de una empresa.

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