El análisis marginal es un proceso que busca identificar la relación entre los beneficios adicionales o marginales recibidos por participar en una actividad específica y los costos adicionales que están asociados con esa actividad. El objetivo de este tipo de análisis es tener una idea de la satisfacción general que puede derivarse del esfuerzo, al tiempo que considera los costos primarios y auxiliares asociados con ese esfuerzo en particular. Hacerlo hace que sea mucho más fácil para los consumidores hacer comparaciones de diferentes opciones de compra, y elegir la que proporcione la mayor satisfacción sin dejar de considerar que vale la pena el costo.
Los consumidores tienden a utilizar el análisis marginal como una cuestión de rutina al elegir entre dos o más productos similares. Esto se hace identificando el beneficio primario derivado de cada producto, luego determinando si hay otros aspectos de los productos individuales que proporcionarían algún beneficio o incentivo adicional. Por ejemplo, un consumidor puede comparar dos detergentes para ropa diferentes que son capaces de limpiar eficazmente la ropa, y encontrar que el costo de cada producto es similar. Si bien ambos productos satisfacen esa necesidad primaria y se consideran razonables en términos de costo, el consumidor suele optar por el producto que brinda el aroma más deseable a la ropa lavada, un beneficio secundario o marginal que aumenta la conveniencia de esa marca en particular de detergente
Este mismo proceso de análisis marginal se utiliza cuando un consumidor elige entre dos restaurantes. Mientras que los dos restaurantes ofrecen platos principales similares a precios similares, un restaurante tiene la reputación de servir porciones más grandes. Un consumidor que no le importa comer las sobras puede considerar las porciones más grandes como un beneficio adicional o marginal que se puede obtener con un costo adicional mínimo o nulo. Como resultado de este ejercicio de análisis marginal, el consumidor disfruta parte de la entrada en el restaurante y se lleva el resto a casa para comer esa noche o al día siguiente.
La clave del proceso de análisis marginal es comprender y evaluar adecuadamente los cambios en las variables que podrían influir en el resultado del proceso de toma de decisiones. Por ejemplo, el detergente para la ropa que se favoreció anteriormente puede ser rechazado la próxima vez, ya que el consumidor se ha cansado del olor. De la misma manera, el comensal puede elegir un restaurante diferente al salir a comer nuevamente, debido al hecho de que el otro restaurante ofrece una gama más amplia de guarniciones con la entrada deseada. Los cambios en los gustos de los consumidores o los cambios en los precios son variables que pueden influir en los beneficios primarios y secundarios que un consumidor identifica con una opción de compra determinada, y hacer una diferencia en la decisión final del consumidor.
Inteligente de activos.