?Qu? es la equivalencia ricardiana?

La equivalencia ricardiana, a veces llamada equivalencia de Barro-Ricardo, es una hip?tesis utilizada para sugerir que el gasto deficitario no puede estimular la econom?a. La equivalencia propuesta es entre impuestos en el presente e impuestos en el futuro. Seg?n la equivalencia ricardiana, el gasto deficitario es equivalente a un aumento inmediato de los impuestos porque los participantes en la econom?a reconocer?n que el d?ficit requiere impuestos futuros.

La teor?a recibe su nombre de David Ricardo, quien lo sugiri? en 1820. Sin embargo, el propio Ricardo no apoy? completamente la idea. La formulaci?n moderna fue desarrollada en 1974 por Robert Barro. Barro promovi? activamente la teor?a y la expres? de forma general, afirmando que las tasas de inter?s no se ver?an afectadas por la distribuci?n del d?ficit entre la deuda y los impuestos.

La l?gica detr?s de la equivalencia ricardiana es que los hogares reconocer?n que la deuda del gobierno requiere impuestos futuros. El monto de los impuestos necesarios en el futuro para pagar la deuda iniciada en el presente se ampliar? en funci?n del tiempo y la tasa de inter?s. La riqueza privada se expandir? de la misma manera. Por lo tanto, una planificaci?n familiar perfecta para el futuro deber?a reservar precisamente la cantidad de dinero que pagar?a ahora en impuestos, ya que este dinero generar? intereses a la misma tasa a la que crece la deuda del gobierno.

Muchos supuestos entran en la idea de equivalencia ricardiana. Las familias deben planificar infinitamente en el futuro. Deben ser completamente racionales. Deben esperar continuar ganando ingresos imponibles a la misma tasa. El gobierno no debe tener otras fuentes de ingresos o estrategias para resolver su deuda. Las personas tambi?n deben valorar su riqueza futura exactamente al mismo grado en que valoran su riqueza actual. Adem?s, deben valorar la riqueza de sus hijos en el mismo grado y debe haber una transici?n suave de la riqueza a padres e hijos.

Para que la teor?a funcione, tampoco debe haber crecimiento en la poblaci?n que distribuir?a la deuda actual entre m?s contribuyentes. No debe haber un aumento de la riqueza nacional (crecimiento econ?mico) que haga que la deuda sea m?s f?cil de pagar colectivamente. Algunos de estos supuestos fueron reconocidos por el propio Barro; otros fueron destacados por cr?ticos como Martin Feldstein y James Buchanan.

La evidencia emp?rica s?lida de la equivalencia ricardiana es escasa, y la mayor?a de los economistas no aceptan la hip?tesis como correcta. Todav?a existen muchos argumentos a favor y en contra de la deuda, pero la equivalencia ricardiana no sirve como una herramienta s?lida a ambos lados del debate.

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