En las industrias de producción y servicios, el costo estándar de un producto, unidad o servicio prestado es una estimación de cuánto cree la compañía que costará producir el producto, unidad o servicio. Se puede comparar con el costo real del producto, unidad o servicio para ayudar a la empresa a tomar decisiones sobre la producción futura. El costo real es cuánto costó el producto, la unidad o el servicio cuando finalmente se contaron todos los gastos y se puede determinar solo después de que se haya producido el producto. Por esta razón, el costo estándar a menudo se usa en la planificación.
Si una compañía quiere lanzar un nuevo producto, por ejemplo, un bolígrafo, primero debe considerar si vale la pena hacer el bolígrafo. La compañía considerará si puede obtener ganancias vendiendo el bolígrafo una vez que se hayan pagado los gastos de fabricación. Para determinar esto, la compañía encontrará el costo estándar de la pluma. Esto puede incluir el costo de las materias primas, la mano de obra e incluso de comprar o alquilar una instalación y proporcionar energía a la instalación. Otros gastos, como la comercialización y el transporte de la pluma, también se pueden calcular.
La compañía investigará todas las variables. Una persona o un comité de personas investigarán el costo de la tinta, cuánto costó fabricar plumas similares en el pasado y el costo general de una instalación de fabricación. Todos estos factores se suman al costo estándar. Una vez que se haya producido la pluma, la compañía comparará el estándar con el costo real.
Si la desviación entre los dos es alta, la compañía investigará aún más para descubrir por qué la pluma cuesta más de lo previsto. La empresa puede investigar procedimientos, proveedores y otros aspectos de la producción para averiguar de dónde provienen los gastos adicionales. Esto se suma a la eficiencia de la compañía al permitirle alterar sus acciones para dar como resultado un menor costo real. En algunos casos, la compañía puede decidir que el producto cuesta demasiado para producirlo y sacarlo del mercado.
El costo estándar de un producto, unidad o servicio tiene algunas limitaciones. Encontrar una estimación precisa requiere mucha investigación, tiempo y dinero. Los cambios en el mercado, el costo de los materiales y las líneas de producción o distribución pueden hacer que una cifra dada sea imprecisa mucho antes de que se haya determinado el costo real. Finalmente, el costo estándar no puede utilizarse para productos no estándar, por ejemplo, productos que se fabrican directamente según las especificaciones del consumidor, porque su costo variará dependiendo de lo que el cliente requiera.
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