Una economía de libre mercado es un tipo de sistema económico en el que la oferta y la demanda impulsan el avance de la economía con un mínimo de participación por parte de un gobierno. El sistema de precio libre más extremo permitiría interacciones completamente abiertas entre consumidores y vendedores que se basan completamente en un acuerdo mutuo sobre el precio, sin ninguna forma de intervención gubernamental. Si bien este tipo extremo de economía de libre mercado generalmente no se considera hoy en día, hay una serie de naciones que ofrecen un marco para la oferta y la demanda para impulsar la economía de mercado con solo una cantidad mínima de influencia gubernamental en forma de restricciones e impuestos. involucrado.
Hay varios aspectos que hacen que una economía de libre mercado sea única en comparación con otros tipos de economías de mercado. Los compradores y vendedores son libres de realizar transacciones cuando y como lo deseen. Los términos de esas transacciones están determinados por los deseos y necesidades de ambas partes, con los términos diseñados de una manera que sea de beneficio mutuo para ambos. En una economía de mercado libre, una empresa tiene la capacidad de ofrecer precios con descuento para compras por volumen o de mantener precios estándar independientemente del volumen de bienes o servicios solicitados. Dentro de este tipo de entorno económico, siempre que los términos de la transacción no violen las regulaciones comerciales gubernamentales mínimas que puedan aplicarse o impliquen cualquier otra violación de la ley, las dos partes son libres de negociar y llegar a sus propios términos.
En una economía de libre mercado, los precios de los bienes y servicios se establecerán por los cambios en la oferta y la demanda. Por ejemplo, si hay un excedente de bienes en el mercado y la demanda no es suficiente para compensar esa oferta, los vendedores a menudo disminuirán el precio con la esperanza de atraer a más compradores. Al mismo tiempo, si la demanda de un producto supera en gran medida la oferta actual, los vendedores pueden aumentar el costo por unidad para aprovechar esa demanda mientras dure. Dado que la demanda puede verse afectada por una serie de factores, como los gustos personales, los avances tecnológicos e incluso la pérdida de ingresos del hogar, esto significa que en una economía de libre mercado, los precios siempre están sujetos a cambios.
Muchas naciones alrededor del mundo combinan elementos de una economía de libre mercado con otras formas de estrategias, dependiendo de las situaciones específicas existentes en esos países. Por ejemplo, las naciones con una ciudadanía significativamente más pobre pueden optar por implementar subsidios y otras restricciones en los precios de ciertos bienes como un medio para garantizar el acceso a esos bienes por un mayor número de residentes. Al mismo tiempo, puede que no haya restricciones en el comercio, el precio o cualquier otro aspecto de las transacciones entre compradores y vendedores, creando efectivamente una economía de mercado mixta.
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