¿Cuáles son los diferentes tipos de suplementos de vitamina C?

La vitamina C, un compuesto dietético que se encuentra en muchos alimentos que los humanos comen, se puede tomar en forma de suplemento como complemento de la vitamina C obtenida a través de una dieta regular. Debido a que es un nutriente esencial, ya que no puede ser fabricado por el cuerpo humano, la vitamina C debe ingerirse a través de alimentos, como los cítricos, así como a través de suplementos. De hecho, algunos consideran que es el más popular de todos los suplementos nutricionales. Los suplementos de vitamina C están disponibles en muchas formas, desde mezclas de bebidas en polvo hasta tabletas masticables, y tienen numerosos beneficios de salud asociados, que incluyen aumentar la respuesta inmune, reducir las enfermedades inflamatorias y retrasar el proceso de envejecimiento.

También conocida como ácido L-ascórbico, la vitamina C es una vitamina soluble en agua, lo que significa que se disuelve fácilmente en agua y se pasa a la orina cuando se toma en exceso. La cantidad diaria recomendada (RDA) de vitamina C es de 75 a 90 miligramos diarios; Aunque el cuerpo puede tolerar hasta 2,000 miligramos por día, se absorbe mejor cuando se toma en cantidades más pequeñas. Se concentra en gran medida en fuentes vegetales: los alimentos ricos en vitamina C incluyen pimientos rojos, kiwi y brócoli, pero también se pueden encontrar en fuentes de alimentos para animales, ya que muchos animales pueden sintetizar esta vitamina. Debido a que la vitamina C está disponible en cantidades mucho más pequeñas en los animales, las personas que no obtienen la cantidad recomendada de porciones diarias de frutas y verduras podrían considerar tomar suplementos de vitamina C.

Hay muchos beneficios conocidos de la suplementación con vitamina C. Es un poderoso antioxidante que está relacionado con la reducción de enfermedades inflamatorias, como enfermedades cardiovasculares, hipertensión y cáncer, y también se ha informado que aumenta la respuesta inmune, aumentando la capacidad del cuerpo para combatir infecciones. Además, se ha demostrado que tomar suplementos de vitamina C disminuye la lipoproteína de baja densidad (LDL) o colesterol malo, al tiempo que eleva la lipoproteína de alta densidad (HDL) o colesterol bueno. Debido a estos beneficios, así como al vínculo de la vitamina C para combatir las toxinas ambientales y ralentizar el proceso de envejecimiento, los habitantes de la ciudad en particular, así como los fumadores y aquellos en riesgo de enfermedad cardiovascular, pueden beneficiarse de la suplementación.

Las formas disponibles de suplementos de vitamina C incluyen polvos que se pueden disolver en agua, tabletas, cápsulas y mezclas de bebidas con sabor. Las dosis pueden variar ampliamente, desde 25 miligramos hasta más de 1,500 miligramos, e incluso se ofrecen versiones de liberación programada. Dado que los excesos de vitamina C se eliminan en lugar de almacenarse en el cuerpo, generalmente es aconsejable que una persona tome múltiples dosis más pequeñas durante el día para maximizar la absorción. Aunque el riesgo de toxicidad por vitamina C es bajo, se considera un desperdicio tomar suplementos de vitamina C en dosis de más de 2,000 miligramos, ya que solo se absorberá un pequeño porcentaje. La vitamina C también se puede obtener tomando un multivitamínico, donde puede ayudar a la absorción de otros nutrientes, como el calcio y el hierro.