¿Cuáles son los diferentes tipos de piedras preciosas?

Las piedras preciosas, también conocidas como piedras preciosas, son minerales o rocas que se vuelven coleccionables cuando se cortan, facetan y pulen. Muchos se usan comúnmente en joyería.

Estas piedras pueden ocurrir naturalmente, o pueden ser simuladas en laboratorio. Las piedras naturales salen directamente del suelo o de la mina y se cortan o facetan a la forma y tamaño deseados. Suelen ser los más populares entre coleccionistas y consumidores, así como los más caros. Las versiones simuladas de laboratorio se crean en un laboratorio. Estas piedras artificiales todavía se pueden considerar piedras preciosas, pero son más fáciles de encontrar y generalmente son menos costosas que sus contrapartes naturales.

También hay piedras preciosas orgánicas, incluido el ámbar, que está hecho de resina de árbol fosilizado; y jet, que es una forma de carbón. Hay algunas piedras preciosas que son demasiado suaves o frágiles para usarse en joyería, como la rodocrosita de un solo cristal. Aunque no se pueden usar para joyería, se exhiben en museos y los coleccionistas los buscan debido a su belleza.

Los gemólogos usan especificaciones técnicas para diferenciar entre cálculos. La primera consideración al identificar una gema es la composición química. Los diamantes, por ejemplo, están hechos de carbono y los rubíes están hechos de óxido de aluminio. La mayoría de las piedras preciosas son en realidad cristales, que un sistema cristalino clasifica como cúbicos, trigonales o monoclínicos.

Estas piedras también se clasifican en diferentes grupos, especies y variedades. El rubí, por ejemplo, es la variedad roja del corindón de la especie, que pertenece al grupo espinela o hematita. La esmeralda, la aguamarina, la bixbita, la goshenita, el heliodor y la morganita, por otro lado, son todas variedades de la especie mineral berilo.

La separación de las piedras preciosas en este tipo de grupos ayuda a identificar su composición, su color y su origen. También tienen un índice de refracción, dispersión, gravedad específica, dureza, escisión, fractura y brillo. Cada una de estas características es importante al evaluar el valor de la piedra.