Uno de los muchos beneficios de ayudar al medio ambiente al reducir, reutilizar y reciclar artículos es la capacidad de darles vida nueva a los artículos viejos con un poco de creatividad. Hay muchos tipos diferentes de carteras recicladas, hechas de materiales esperados e inesperados, que no solo son mejores para el medio ambiente sino también únicas y elegantes. Es posible hacer bolsos reciclados en casa con un poco de esfuerzo, o hay muchos artesanos que venden sus productos en línea, o en lugares como los mercados de agricultores. Las camisas y los suéteres viejos son algunos de los objetivos más comunes para ser convertidos en carteras, pero las viejas bolsas de tela, sacos o incluso artículos como cajas de jugo y cintas de cassette pueden convertirse en carteras.
Las camisas viejas son algunas de las mejores opciones para hacer carteras recicladas, y solo requieren un poco de costura. Las personas pueden optar por usar una camisa vieja propia o comprar en una tienda de segunda mano por opciones de muy bajo precio. Las viejas chaquetas de gamuza o cuero pueden incluso convertirse en carteras recicladas, pero esto puede requerir un poco más de costura y esfuerzo. Sin embargo, muchas personas usan suéteres viejos; estos simplemente pueden girarse del revés, las mangas se cortan para hacer manijas y la abertura inferior del suéter se cierra para convertirlo en un bolso funcional y fácilmente lavable. Las camisetas sin mangas son aún más fáciles.
Muchos artesanos venden bolsos reciclados que están hechos de artículos más únicos y requieren más trabajo para armarlos. Las cajas de jugo y las viejas cintas de cassette son algunas de las opciones más exclusivas, aunque se puede usar prácticamente cualquier cosa si se puede moldear en una bolsa funcional. Las guías telefónicas antiguas son otra opción interesante que a veces se usa para crear una bolsa. Para crear asas para estas bolsas, las personas usarán con frecuencia un cinturón viejo o simplemente una correa de tela simple.
Las bolsas existentes se pueden reutilizar y dar nueva vida de forma creativa también. Las bolsas de compras de tela, por ejemplo, se pueden modificar y decorar para que parezcan más un bolso que una bolsa de supermercado. Otras personas convertirán viejas bolsas de correo, carteras de cuero o incluso sacos de arpillera en carteras agregando detalles decorativos o cosiendo un poco para cambiar la forma. Otra técnica obvia es hacer reparaciones y modificaciones a una cartera vieja y gastada; Las tiendas de artesanía a menudo tienen suministros que pueden ayudar con esta tarea.