Las joyas magnéticas incluyen piezas de material magnético, como la magnetita o la hematita, que tienen efectos terapéuticos en el cuerpo. Las propiedades beneficiosas de estas joyas son promocionadas por muchos curanderos alternativos, pero no han sido probadas y no son ampliamente aceptadas por la comunidad médica convencional. Las joyas vienen en casi cualquier forma imaginable, incluidos anillos, pulseras y collares. También hay disponibles plantillas magnéticas, mantas e incluso agua.
Los defensores de la joyería magnética afirman que los campos magnéticos que existen alrededor de los imanes mejoran la función física y son útiles para controlar el dolor. Por esta razón, se pueden usar joyas u otros productos en el lugar de la lesión o el dolor, como un brazalete magnético para un paciente con síndrome del túnel carpiano. A veces se afirma que las joyas magnéticas mejoran el flujo sanguíneo al afectar los iones cargados en la sangre.
A los detractores les preocupa que no haya suficiente explicación o consenso sobre el mecanismo por el cual supuestamente funcionan las joyas magnéticas. La realización de estudios científicos sobre la eficacia de estas joyas no es práctica, ya que los sujetos de prueba pueden determinar fácilmente si llevan o no imanes reales. Además, algunas de las afirmaciones se basan en falacias científicas; Por ejemplo, los iones de hierro en la sangre no exhiben el tipo de magnetismo afectado por estas joyas. En los Estados Unidos, es técnicamente ilegal comercializar joyas magnéticas con reclamos médicos.
Quizás el mejor argumento a favor o joyas magnéticas es anecdótico; Muchos pacientes han experimentado un alivio significativo del dolor y una mayor función como resultado de usarlo. Sin embargo, aún se desconoce si esto se debe a las propiedades de las joyas o al efecto placebo. Las joyas no deben usarse como un sustituto de la atención médica, y es esencial que las personas que sufren dolor discutan cualquier problema crónico con un proveedor de atención médica.