Aunque las auditorías pueden parecer bastante aleatorias, ciertos problemas de auditoría tienden a aparecer mucho más que otros. Algunos de los problemas de auditoría más comunes incluyen la propiedad de activos, la valoración de activos y la representación del gerente. Si bien estos términos pueden parecer complicados, cada tipo de auditoría se puede entender fácilmente después de un examen y explicación cuidadosos.
Una auditoría de valoración de activos se produce cuando una persona o empresa no ha podido proporcionar evidencia suficiente para respaldar reclamos específicos. A veces, los auditores omiten la información que ha incluido un archivador. Cuando esto ocurre, el auditor tiene la culpa. Sin embargo, la mayoría de las personas se niegan a enviar evidencia de respaldo que demuestre que ciertas afirmaciones son ciertas. En este caso, una persona tiene un número determinado de días para producir la documentación adecuada, o un auditor oficial visitará a la persona culpable.
Cuando una auditoría se debe a la propiedad de un activo, una persona o empresa no ha incluido pruebas de que ciertos activos reclamados son propiedad. Esto se convierte en un problema si una persona o compañía afirma ser propietaria de un activo, pero no puede presentar evidencia para respaldar esta afirmación. Nuevamente, un auditor puede pasar por alto el papeleo incluido, aunque esto es raro en el caso de la propiedad de un activo. Tanto las empresas como las personas deben enviar la documentación adecuada a un auditor dentro de un cierto número de días, o un inspector profundizará en un caso.
Las auditorías de representación de la gerencia son muy diferentes de las auditorías de propiedad o valoración de activos. Si un auditor no puede soportar las respuestas de la gerencia a varias consultas, entonces el equipo de gestión en cuestión puede ser investigado más a fondo. Este tipo de situación ocurre cuando un auditor intenta recopilar información sobre una empresa, aunque el equipo de gestión de la empresa proporciona información falsa o engañosa.
Claramente, todos los problemas de auditoría mencionados anteriormente son únicos, aunque estos problemas de auditoría particulares tienden a ocurrir con frecuencia. Generalmente, un auditor le dará a una persona o compañía tiempo suficiente para producir documentos. Sin embargo, si una empresa o individuo está bajo investigación por fraude, entonces un auditor puede preferir realizar una entrevista personalizada.
Cualquier persona o representante de la empresa que reciba una notificación de auditoría debe comunicarse con un contador calificado. Si bien la mayoría de las auditorías se pueden resolver sin mucha confusión, un contador profesional podrá manejar los detalles de la auditoría con habilidad y facilidad. Los problemas de auditoría ocurren de manera regular, y la mayoría de las veces los problemas que desencadenan una auditoría son fáciles de corregir.
Inteligente de activos.