Un costo capitalizado es cualquier tipo de gasto adicional que se aplica a la base del costo de un activo fijo. Muchas empresas utilizan este enfoque cuando se trata de financiar la compra de activos fijos, o incluso al crear o construir un activo fijo, como la construcción de un centro comercial o un edificio de oficinas. Una de las características del costo capitalizado es que el gasto no se aplica solo al período de tiempo en el que se incurrió. Este tipo de gasto se realiza de forma incremental durante un período de tiempo más largo, generalmente debido a factores como la amortización o la depreciación.
La adición de un costo capitalizado aparece en el balance general y está directamente relacionada con un activo fijo existente. Este proceso permite relacionar los gastos asociados con ese activo con los ingresos que se generan al mantener o controlar un activo, como bienes inmuebles o un edificio. Dado que los activos fijos tienden a proporcionar un uso constante durante muchos años, es importante amortizar los costos de esos activos, teniendo en cuenta los ingresos que se producen por el uso de ese activo.
Un ejemplo básico de un costo capitalizado sería la construcción de una nueva planta de fabricación. Durante el transcurso de la construcción de la instalación, se realizan gastos importantes en términos de materiales de construcción, la mano de obra requerida para construir la planta y el financiamiento que el propietario obtiene para financiar el proyecto. Esos gastos están relacionados con la planta como un activo fijo, y se tienen en cuenta al determinar los costos generales asociados con la propiedad de la planta. El seguimiento de los costos hace que sea más fácil determinar si los ingresos generados una vez que el edificio está completo y ocupado es suficiente para compensar esos gastos, así como los costos continuos de mantener la estructura. Dado que el detalle se rastrea en el balance general de los registros contables del propietario, es fácil determinar cuándo el proyecto ha generado suficientes ingresos para cubrir los costos de la construcción y está generando suficientes ingresos continuos para encargarse del mantenimiento y mantenimiento de la planta.
Asociar un costo capitalizado con un activo fijo específico también es importante cuando se trata de reclamar la depreciación de ese activo a efectos fiscales. Esa depreciación puede usarse para ayudar a disminuir la obligación tributaria total, compensando una parte de los ingresos generados. Los mecanismos exactos utilizados para reclamar la depreciación variarán de una nación a otra, según las regulaciones y normas vigentes establecidas por la agencia tributaria o de ingresos que opera ese gobierno nacional.
Inteligente de activos.