Un saldo de deficiencia es la deuda restante después de que un activo es incautado y vendido para pagar un préstamo. Si el precio de venta de un activo es inferior al saldo pendiente del préstamo, el deudor puede ser responsable del resto. La ley sobre un saldo de deficiencia depende de la región, así como de los términos específicos de la deuda. Las personas con inquietudes acerca de esta posibilidad pueden querer revisar los términos del préstamo y discutir la situación con un abogado para obtener más información sobre sus obligaciones potenciales.
El ejemplo clásico de una situación en la que puede surgir un balance de deficiencia es el de una venta corta. En este caso, un deudor negocia con un prestamista para vender una casa por menos del valor del préstamo pendiente. Los prestamistas pueden aceptar esto cuando un prestatario claramente no puede pagar el préstamo. Con un préstamo sin recurso, una vez que se realiza la venta, la deuda puede considerarse liquidada y el prestamista no puede buscar el saldo.
En los préstamos de recurso, los prestamistas pueden exigir que se les pague la cantidad restante después de que los ingresos de la venta se apliquen al préstamo. Los prestamistas pueden potencialmente demandar para recuperar los fondos, aunque esto puede no ser práctico. A menudo, en esta situación, el deudor puede no tener dinero disponible para cubrir el fallo. Un analista puede determinar si sería posible recuperar más dinero del deudor y si el esfuerzo valdría la pena, dada la cantidad adeudada y cuánto podría esperar razonablemente el prestamista.
Una alternativa puede ser que el prestamista perdone el saldo de deficiencia. El prestamista luego cancela el resto de la deuda, clasificándola como descargada. Esto puede crear algunos problemas para los prestatarios, que deben tener en cuenta al decidir cómo lidiar con la situación. El primer problema puede ser un éxito en su puntaje de crédito, que puede tardar varios años en recuperarse. Además, crea una obligación tributaria, ya que el gobierno considera que la amortización es una forma de ingresos para el prestatario, que deberá impuestos.
Los prestatarios que se preparan para negociar un préstamo que creen que puede surgir un saldo de deficiencia pueden discutir la situación con los abogados y sus prestamistas. Puede ser posible elaborar un plan de pago para abordar el problema o negociar la condonación de préstamos. Los abogados y asesores financieros pueden ayudar a sus clientes a planificar el aumento de la obligación tributaria, para que no terminen en problemas con las autoridades fiscales.
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