Una flotación limpia, también conocida como tipo de cambio puro, es una situación en la que el valor de la moneda en términos de la tasa de cambio se basa en lo que está sucediendo en términos de la oferta y la demanda de esa moneda. Una situación de este tipo está relacionada con las condiciones económicas en las que un gobierno no tiene una gran influencia en el movimiento ascendente o descendente de ese tipo de cambio. Una escuela de pensamiento sostiene que un flotador verdaderamente limpio solo puede existir en una economía de naturaleza totalmente capitalista, sin leyes o regulaciones gubernamentales que interfieran con la forma en que las empresas hacen negocios.
El concepto de flotador limpio es lo opuesto a lo que se conoce como flotador sucio. Con la primera, hay poca o ninguna intervención gubernamental que haga que el tipo de cambio de la moneda se mueva hacia arriba o hacia abajo. Este último representa una situación en la que la serie de leyes y regulaciones implementadas y aplicadas por un gobierno se utilizan de manera rutinaria para determinar la dirección que toma la tasa de cambio.
Se considera que muchas de las monedas utilizadas en el mercado mundial son algo menos que un flotador limpio. La idea general es que las tasas de cambio que están menos influenciadas por las regulaciones gubernamentales son algo más limpias, o más influenciadas por la oferta y la demanda, mientras que las monedas asociadas con naciones que tienen una lista completa de leyes y regulaciones que afectan la tasa de cambio se consideran ser más gris o más sucio. Si bien las afirmaciones de que ciertas monedas son de hecho limpias, el hecho es que las monedas de la mayoría de las naciones se ven afectadas por al menos algunas regulaciones, lo que tiende a hacerlas menos puras o limpias.
Existe cierto debate sobre si un flotador limpio es necesariamente el mejor enfoque para el tipo de cambio. Un enfoque sostiene que sin al menos un poco de apoyo de un banco nacional o central, la tasa de cambio probablemente sufriría cuando se introduzca información errónea sobre una moneda en particular y los inversores actúen únicamente sobre esa información. Si la moneda es respaldada por un banco federal o central, el grado de influencia que la oferta y la demanda tienen sobre el valor de la moneda puede estar algo contenido, lo que hace que sea más fácil prevenir o al menos desacelerar la devaluación que deja a la economía en crisis. estado. Un enfoque diferente sostiene que la intervención del gobierno en la tasa de cambio finalmente hace más daño que bien, y que los mercados son capaces de equilibrarse cuando se les da la oportunidad.
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