Un superávit en cuenta corriente es cuando ciertos tipos de dinero fluyen hacia un país más rápido de lo que fluyen. Esto incluye dinero para exportaciones e importaciones, dinero como intereses y dividendos, y dinero pagado sin nada a cambio, como ayuda extranjera. La cuenta corriente contrasta con la cuenta de capital, que cubre los activos. La cuenta corriente y la cuenta de capital juntas forman la balanza de pagos de un país.
Hay tres formas principales de ingresos que deciden si un país tiene un superávit o déficit en cuenta corriente. El primero es la balanza comercial. Esto simplemente mide el valor total de los bienes y servicios que un país en su conjunto exporta, menos el valor total de los bienes y servicios que importa. Todo el dinero contado en esta medida se relaciona con compras específicas. Estos pueden incluir materias primas y otros artículos que son utilizados por las empresas en lugar de ser comprados directamente por los consumidores.
El segundo componente es el ingreso factorial. Principalmente, esto cubre los ingresos de las inversiones realizadas por inversores en un país en compañías u otros intereses en otro país, como dividendos o intereses. Para fines estadísticos, el dinero enviado por personas que trabajan en un país a familiares o amigos en otro país, conocidos como remesas, se cuentan para el ingreso de factores.
El componente final de un superávit o déficit de cuenta corriente son los pagos de transferencia. Este es dinero que se mueve unilateralmente sin ninguna expectativa directa de retorno. En el contexto de una economía nacional, esto se considera más comúnmente ayuda externa. Esto puede ser políticamente problemático ya que la generosidad de un país puede reflejarse como negativa en su desempeño económico internacional.
Los economistas consideran un superávit en cuenta corriente para impulsar los activos externos netos de un país. Como analogía muy aproximada, este es el equivalente del saldo de un país, positivo o negativo, en un banco mundial. En teoría, esto es lo que un país debe, o le debe, a nivel mundial. En la práctica, los economistas discuten si los activos externos netos negativos, o un déficit en cuenta corriente, realmente son un problema. Esto se debe a que los países no deben literalmente todo el dinero que compone los saldos de las cuentas corrientes y de capital. Una escuela de pensamiento dice que un déficit de cuenta corriente es simplemente un síntoma de posibles problemas económicos más que una causa definitiva.
Inteligente de activos.