¿Qué es un riesgo inherente?

En términos de auditoría, el riesgo inherente es el riesgo de que parte del proceso contable de una empresa sea defectuoso o incorrecto. Este riesgo es independiente del riesgo de control, que se ve afectado por los controles secundarios colocados en el proceso contable por la empresa. El riesgo inherente puede ocurrir debido a factores humanos como la posible mala conducta de los empleados o los errores involuntarios cometidos en las prácticas contables. También se tiene en cuenta dicho riesgo es la naturaleza del negocio en cuestión y los tipos de cuentas que se miden.

Los auditores encargados de realizar evaluaciones de las prácticas financieras de una empresa están preocupados por la posibilidad de errores en los esfuerzos contables. Obviamente, estos errores pueden ser extremadamente perjudiciales para la posición general de la empresa. La empresa puede verse afectada financieramente por cualquier sanción fiscal, y puede verse afectada por la desconfianza de las razas contables falsas en clientes e inversores. Por estas razones, los auditores hacen una evaluación del riesgo inherente involucrado con las prácticas financieras de una empresa al comienzo del proceso de auditoría.

El riesgo inherente es el tipo de riesgo que es imposible de evitar para una gran empresa. Los auditores generalmente hacen evaluaciones conservadoras de dicho riesgo porque es imposible predecir con precisión cuánto existe. Por el contrario, un riesgo de control puede ser evaluado de manera segura por un auditor. Idealmente, una empresa puede reducir el riesgo general a prácticamente nada mediante la inclusión de controles internos en todas las prácticas contables. En ausencia de estos controles, el riesgo de control se establecería al 100 por ciento, aunque no sea realista pensar que todas las prácticas financieras serían defectuosas.

La determinación del riesgo inherente es a menudo un proceso subjetivo para los auditores, ya que a menudo depende de la confiabilidad de los empleados a cargo de las finanzas de la empresa. Un auditor debe evaluar si se puede confiar en estos empleados para entregar informes financieros adecuados. Su fiabilidad puede verse comprometida por limitaciones de tiempo, la presión de la alta dirección para obtener resultados positivos o incluso por una simple ineptitud.

La cantidad de riesgo inherente involucrado con la contabilidad de una empresa también depende exactamente de qué tipo de negocio es y cómo se mide su riqueza. Por ejemplo, si una empresa tiene la mayoría de su riqueza en efectivo, sería difícil tergiversarla y el riesgo sería relativamente bajo. Por otro lado, una empresa cuya riqueza depende de tenencias imprecisas, como cuentas por cobrar o valoraciones de acciones, es más probable que falsifique dicha riqueza.

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