¿Cuáles son los mejores consejos para congelar albahaca?

La albahaca congelada es una forma práctica de hacer que esta hierba de temporada esté disponible durante todo el año o simplemente almacenar el exceso para evitar que se eche a perder. En general, la mejor manera de congelar la albahaca es cortar las hojas y luego agregar aceite o agua. La mezcla de albahaca y líquido puede dividirse en una variedad de recipientes diferentes y colocarse en el congelador para que se endurezca. La albahaca congelada se puede agregar a una multitud de recetas, especialmente sopas y salsas, para impartir un sabor a hierbas frescas incluso fuera de temporada.

Las plantas de albahaca que se cultivan al aire libre necesitan climas cálidos y soleados para prosperar. Las personas que viven en áreas que no experimentan condiciones ideales de crecimiento durante todo el año aún pueden desear la adición de hierbas frescas a sus comidas durante los meses más fríos y oscuros. La albahaca congelada también es útil para las personas que viven en clima de cultivo de albahaca durante todo el año si sus plantas son tan prolíficas que el rendimiento de la albahaca supera la rapidez con que se pueden consumir las hojas frescas.

Hay algunas pautas básicas a seguir para garantizar el éxito al congelar la albahaca, pero el proceso también permite una variación suficiente para tener en cuenta las preferencias personales y facilitar diferentes métodos de uso. El primer paso es cosechar las hojas de albahaca y lavarlas y secarlas cuidadosamente. Después de limpiar las hojas, es hora de cortarlas, ya sea con un cuchillo o en un procesador de alimentos equipado con una cuchilla de metal. Es importante que la cuchilla elegida sea lo suficientemente afilada como para cortar cuidadosamente las hojas; una cuchilla sin filo podría magullar las delicadas hojas y causar un dorado.

La textura de la chuleta puede variar desde una chuleta áspera y desigual hasta una picada muy fina, según la preferencia personal o la naturaleza del plato en el que eventualmente se utilizará la albahaca. Después de picar las hojas, la albahaca se puede mezclar con agua o aceite para ayudarlos a fusionarse y evitar que se doren. Si se usa un procesador de alimentos para picar las hojas, solo se puede verter suficiente aceite o agua para cubrir las hojas en la mezcla con pulsos cortos. La albahaca picada a mano se puede colocar en un recipiente o recipiente y el líquido se puede mezclar con una cuchara.

Una vez que se ha preparado la mezcla, el siguiente paso para congelar la albahaca es elegir un recipiente. Técnicamente, se puede usar cualquier contenedor apto para congelador que pueda sellarse, pero hay algunos que funcionan mejor que otros. A menos que el objetivo final sea descongelar una gran cantidad de albahaca de una vez, es una buena idea congelar la albahaca en recipientes pequeños para que las porciones se puedan descongelar según sea necesario. Las bandejas de cubitos de hielo son un gran ejemplo de un recipiente conveniente para congelar albahaca: las bandejas son fáciles de colocar en el congelador, y los cubos de albahaca resultantes serán de tamaño consistente y fáciles de medir.