Hay varias opciones a la hora de cocinar alitas de pollo para garantizar una deliciosa experiencia gastronómica. Dependiendo del método de cocción utilizado y los resultados deseados, es importante una preparación adecuada. Una de las formas más conocidas de cocinarlos es fritos en aceite, aunque este método tiene sus inconvenientes. Las alitas de pollo pueden hornearse en el horno o prepararse a la parrilla; ambos métodos crean un ala más saludable y sabrosa que la fritura.
Preparar alitas de pollo antes de cocinarlas proporciona el mejor resultado final. Primero quite las puntas de las alas, ya que tienen poca o ninguna carne. Las alitas fritas deben estar a temperatura ambiente antes de cocinarlas. Para las alitas al horno oa la parrilla, se puede agregar aderezo con anticipación para mejorar el sabor. El aceite de oliva, la sal y la pimienta u otras especias como el romero o el ajo funcionan bien, o se puede usar un masaje seco. Por supuesto, si una salsa pasa por las alas después de cocinar, puede que no sea necesario condimentar.
Las alitas de pollo se deben freír con aceite calentado a unos 375 grados Fahrenheit (190 grados Celsius). Las alitas se deben freír unas pocas a la vez para no enfriar demasiado el aceite, y se deben cocinar por unos 10 minutos hasta que estén doradas por fuera y ya no estén rosadas por dentro. Si bien este método a menudo se usa para hacer alas, tiene desventajas. No todos tienen acceso a una freidora, agrega grasa a la carne y el aceite puede salpicar durante la cocción.
Otra buena opción para cocinar alitas de pollo es hornear. Las alas se pueden colocar en una bandeja para hornear y cocinar en el horno a 375 grados Fahrenheit (190 grados Celsius); colocar un trozo de aluminio debajo de ellos puede ayudar a facilitar la limpieza. Hornear lleva más tiempo que freír, aproximadamente una hora, por lo que cocinar de esta manera requiere más tiempo de espera, pero generalmente conduce a un ala más saludable.
Las alitas de pollo también se pueden asar para obtener resultados sabrosos y saludables. Se pueden cocinar indirectamente por el calor de la parrilla, que funciona de manera similar al horneado, o se pueden preparar directamente sobre las llamas. La cocción indirecta lleva más tiempo, alrededor de una hora, mientras que la cocción a fuego lento lleva menos tiempo, unos 15 a 20 minutos, pero requiere más trabajo ya que las alas deberán girarse cada pocos minutos. En ambos casos, mantener la tapa de la parrilla cerrada tanto como sea posible es una buena práctica.