Un molde cocina y sirve comida en un plato cilíndrico, resistente al calor y de una sola porción. Un molde está hecho de vidrio, porcelana o cerámica, comúnmente en forma redonda con una superficie exterior estriada. Soufflés, mousses, natillas, pudines y guisos en tamaños individuales son comidas y postres ideales para cocinar u hornear en un molde. Los alimentos potentes en pequeñas cantidades, como salsas, también se pueden servir en estos platos decorativos en miniatura.
Dado que los moldes están diseñados para contener una porción para una sola persona, con frecuencia se venden en juegos de cuatro, seis u ocho. Los moldes tradicionales son blancos sólidos, redondos, con una textura estriada que cubre el exterior y un labio pequeño. Sin embargo, hay muchos moldes decorativos que vienen en forma de corazón, oval o cuadrado redondeado. Vienen en innumerables colores y acabados, con moldes transparentes, rojo lechoso o verde bosque. Algunos tienen diseños impresos para ocasiones especiales, como una corona, una hoja o una flor.
Ramekin podría provenir de una palabra holandesa para «pan tostado» o una palabra alemana para «pequeña crema». Los platos esponjosos y aireados que contienen muchos huevos o claras de huevo se benefician al cocinarlos en un molde porque el calor se puede distribuir uniformemente, lo que resulta en una textura uniforme. Los lados rectos permiten que los alimentos que se elevan se adhieran a ellos, dando altura a los postres hinchados como la mousse o la crema quemada. Algunas recetas requieren que se coloque un juego de moldes en una sartén con agua caliente, llamada baño, y luego se hornean en el horno, para proteger los alimentos de la quema.
Ramekins actúa como platos atractivos para servir también. Embellecen la presentación de hummus, pesto, anacardos, mayonesa, tapenade de oliva o paté de champiñones. A veces es más bonito presentar postres fuera del molde. Los lados rectos del plato facilitan el desmoldeo de los postres, como un pastel de piña al revés, invirtiéndolos en un plato. Flan, un postre mexicano, primero requiere que cubra el interior del molde con caramelo, luego vierta el flan y hornee hasta que esté firme. El flan también se puede voltear, para que tus invitados puedan ver el esmaltado remolino del caramelo.