¿Qué es una enfermedad no transmisible?

Una enfermedad no transmisible no es infecciosa, lo que significa que no puede transmitirse o comunicarse entre personas. El término «enfermedad» puede definirse como cualquier trastorno del cuerpo o deterioro de su funcionamiento. Esto significa que los tipos de enfermedades no transmisibles incluyen lesiones y anomalías congénitas. Los ejemplos clásicos de estas enfermedades son el cáncer, las enfermedades cardiovasculares, los trastornos de salud mental y las disfunciones del sistema respiratorio.

Diversas estimaciones de la incidencia mundial de enfermedades no transmisibles muestran que es aproximadamente igual a las estadísticas de incidencia de enfermedades transmisibles. En algunas partes del mundo, las enfermedades contagiosas son más comunes. Es probable que los países en desarrollo tengan este patrón porque pueden carecer de medidas, como fuentes de agua limpia, que minimicen la propagación de enfermedades infecciosas. En estos entornos, las epidemias de enfermedades transmisibles graves se producen con mayor regularidad y pueden afectar gravemente a los niveles de población.

Por el contrario, es más probable que ocurran tasas iguales o al menos elevadas de enfermedades no transmisibles en los países desarrollados. Las personas con una esperanza de vida más larga tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades asociadas con la edad. Por ejemplo, el cáncer de próstata generalmente ocurre en hombres mayores. Enfermedades como las cardiopatías y la demencia también tienen un mayor impacto en las poblaciones de mayor edad.

Además, las personas que envejecen son propensas a sufrir más enfermedades no transmisibles debido a las elecciones tempranas de su estilo de vida. Algunas de estas opciones pueden incluir beber en exceso, tener una conducta sexual peligrosa, comer en exceso y fumar. Sin embargo, ciertas elecciones de estilo de vida pueden reducir el riesgo de enfermedades; por ejemplo, tener hijos temprano y amamantarlos puede reducir el riesgo de cáncer de mama.

Los tipos y características de las enfermedades no transmisibles pueden variar. Muchas enfermedades, como el cáncer, las enfermedades cardíacas o ciertas afecciones autoinmunes, existen durante mucho tiempo y pueden empeorar progresivamente. La susceptibilidad de una persona a los trastornos no contagiosos puede tener componentes genéticos, como es el caso de algunos cánceres del tracto reproductivo, ciertas enfermedades mentales y muchos defectos congénitos.

Las enfermedades que se clasifican como enfermedades no transmisibles suelen diferenciarse claramente de los trastornos contagiosos. Nadie “contrae” una lesión o contrae un defecto congénito de otra persona. Estas enfermedades están presentes o no y no se pueden transmitir a otras personas.
En otros casos, la definición de enfermedad no transmisible tiene algunas áreas grises. Enfermedades como el cáncer de cuello uterino no se pueden transmitir a otras personas, pero con frecuencia son causadas por una infección con formas transmisibles del virus del papiloma humano. La neuralgia postherpética no es contagiosa, pero es una complicación de la culebrilla, que es la reacción del cuerpo al contagio de varicela muchos años antes.

Otra área ambigua se relaciona con las enfermedades que se atribuyen al estilo de vida. Se cree que la obesidad es «contagiosa» para los familiares y amigos cercanos porque los hábitos alimenticios o de ocio compartidos pueden contribuir al aumento de peso. Enfermedades como el alcoholismo y algunos trastornos alimentarios pueden fomentarse socialmente entre ciertos grupos de población. Ocasionalmente, los suicidios, especialmente de niños y adultos jóvenes, se producen en oleadas y se influyen entre sí.