Muchos cocineros aficionados y profesionales refuerzan sus creaciones con especias que mejoran el sabor. La vainilla es una de las especias más populares, pero a veces factores como el precio o la conveniencia pueden evitar que una persona use vainilla pura. En estos casos, existen varias opciones de sustitución, desde alternativas artificiales hasta especias similares. Los dulces estrechamente relacionados como el extracto de almendras y el jarabe de arce pueden complementar algunas recetas. Las ofertas a base de licor como el ron o el brandy proporcionan otra opción de sustitución.
La vainilla es una especia hecha de plantas de orquídeas de vainilla. La especia se ha convertido en un elemento habitual en las recetas, en particular las recetas dulces, porque produce un sabor dulce pero discreto. Como tal, se combina a la perfección con muchos tipos de ingredientes.
Quizás la forma más utilizada de vainilla en la cocina es el extracto de vainilla. Este líquido es una combinación de vainilla, agua y alcohol etílico. El sustituto de vainilla más cercano que uno encontrará al extracto de vainilla es el grano de vainilla en sí. Esta es la forma pura de vainilla y, por lo tanto, conservará el sabor más intenso. Cualquier otro producto con vainilla como base, como el azúcar de vainilla o la pasta de vainilla, puede imitar muchas de las propiedades del extracto de vainilla.
Ciertas sustancias pueden servir como un sustituto de vainilla, siempre que funcionen bien con la receta a la mano. Dichas sustancias poseen un sabor único que puede no combinarse con otras sustancias. En estos casos, la experimentación es la mejor. Los ejemplos incluyen Fiori di Sicilia, jugo de limón y extracto de almendras. Algunos cocineros incluso usan té.
Algunas formas de sustituto de vainilla proporcionan un efecto algo similar al de la vainilla, pero pueden resultar demasiado dulces para ciertas paletas. El jarabe de arce, por ejemplo, puede funcionar bien en recetas que generalmente presentan una gran cantidad de dulzura. Ciertos licores como el brandy o el ron también pueden funcionar bien en una receta si se usan en pequeñas cantidades.
Muchas compañías también comercializan productos de vainilla de imitación. Si bien estos productos pueden emular el sabor a vainilla, solo comparten un número limitado de ingredientes con un verdadero grano o extracto de vainilla. Un producto sustituto de vainilla artificial suele ser menos costoso y probablemente tendrá un aroma menos intenso. Dichos productos son comunes en helados, pasteles y natillas.
En general, se debe usar la misma cantidad de un sustituto de vainilla que el aditivo tradicional de vainilla. Por ejemplo, si una receta sugiere 1 cucharadita (5 ml) de extracto de vainilla, generalmente se usaría 1 cucharadita (5 ml) del sustituto. Pueden ser necesarias excepciones para sustitutos más fuertes o con variantes de sabor, donde pueden ser recomendables cantidades ligeramente más pequeñas.