El agua con gas es un nombre atractivo que suena como algo complicado de producir, pero esta bebida, también llamada agua de soda o agua mineral, deriva su naturaleza burbujeante del simple proceso de agregar dióxido de carbono (CO2) en forma de gas al agua normal, y luego embotellar eso. El resultado es la efervescencia que hace cosquillas en las papilas gustativas y hace un cambio agradable del agua normal.
El agua carbonatada no siempre es agua mineral, aunque a menudo se la denomina mal como tal. El agua mineral se define como el agua que contiene más de 250 partes por millón de una fuente mineral disuelta. Aunque algo de agua mineral puede ser brillante con la adición de carbonatación, los dos términos no son intercambiables. Toda el agua debe considerarse agua con gas es carbonatación.
El proceso de carbonatación del agua comenzó en el siglo XVIII. Un cervecero llamado Joseph Priestly descubrió que pasar agua sobre la cerveza fermentada producía un sabor interesante, y comenzó a ofrecer esta agua a sus amigos. Hoy en día, el CO2 presurizado se introduce en botellas o se puede hacer con un fabricante de refrescos en casa o en bares y restaurantes. Las gaseosas obtienen su brillo del mismo proceso.
En el agua embotellada, cuando se libera la presión, como cuando se abre la botella, se forman burbujas. Esta es también la razón por la cual no es una buena idea que las personas agiten una botella de agua con gas, ya que aumenta la presión del dióxido de carbono. Dado el tiempo para calmarse, lo hará, pero se abre una botella recién agitada, el resultado es un chorro de agua.
Un experimento reciente con refrescos de dieta reveló que la combinación de los ingredientes en el caramelo Mentos y el aspartamo en la bebida hace que el CO2 se vuelva extremadamente reactivo, y rápidamente dispara prácticamente todo el contenido de la botella al aire. Este experimento puede impresionar a los niños, pero es un poco desordenado.
El agua con gas alguna vez se celebró como una bebida para curar enfermedades del estómago, pero ahora, la mayoría de los profesionales médicos recomiendan que las personas con reflujo ácido lo eviten. Sin embargo, puede ser útil para calmar las náuseas.