En América Latina, los pasteles son una merienda tradicional que es similar en apariencia y composición al tamal mexicano. Sin embargo, una distinción principal para la receta anterior es el uso de plátanos verdes, plátanos y papas en la elaboración de la masa, llamada masa, que rodea los ingredientes tradicionales de estilo tamal como cerdo, ajo, cebolla, pimiento verde y especias latinas. Las hojas de plátano y el papel de pergamino se usan para envolver estas golosinas antes de atarlas con hilo y hervirlas, otra distinción de los tamales, que habitualmente se fríen en aceite.
Los pasteles son populares en muchas culturas latinoamericanas, desde Colombia en América del Sur hasta Panamá y la República Dominicana en América Central. Sin embargo, la isla caribeña de Puerto Rico tiene quizás la tradición más orgullosa de hacer pasteles. Estos focos calientes y su primo cercano, el tamal, se han hecho durante al menos 3.000 años, comenzando con las tribus indígenas y hasta la conquista colonial.
La masa utilizada para hacer pasteles ayuda a proporcionar su sabor distintivamente rico y ligeramente dulce. Los plátanos, papas, plátanos e incluso la raíz de taro se hierven y luego se rallan. Estas virutas se machacan con un poco de leche, sal y aceite antes de enfriarlas en el refrigerador. El resultado es una piel maleable para el relleno de carne. Para obtener una masa viable, un chef usó una combinación de cinco plátanos verdes de regiones montañosas, un plátano de áreas costeras, 1.5 lbs (aproximadamente 680 g) de taro y una papa pelada. Solo se usa un poco de leche y aceite para ablandar y fundir estos ingredientes.
El relleno para pasteles, conocido como relleno, se puede hacer de varias maneras, aunque ciertos elementos son estándar. Por lo general, se prepara como un guiso, solo que con menos caldo. Este proceso comienza con aceite y carne como paleta de cerdo o jamón. Una vez que la carne comienza a cocinar, se agregan todos los demás ingredientes. Los artículos como el ajo, la cebolla, la salsa de tomate, los frijoles, las aceitunas y una variedad de especias como el cilantro, el orégano, la sal y la pimienta entran, junto con las papas picadas en algunas variaciones.
Después del llenado, se produce un proceso de construcción bastante complicado. Se coloca una hoja de plátano o plátano verde y papel de pergamino, y se pone un poco de aceite encima. Luego, una cucharada de masa entra en el papel y se aplana, seguido de una abundante porción de relleno. La envoltura y la masa se enrollan y se atan con una cuerda para encerrar el relleno para una cocción final a fuego lento en agua salada, que puede tomar hasta una hora para cocinar.