Los Boinas Verdes del Ejército también se conocen como Fuerzas Especiales del Ejército en los EE. UU. Su misión es, en general, bastante compleja. Se les da una formación especial para el combate junto con la diplomacia y el espionaje. Las Fuerzas Especiales del Ejército a veces se despliegan en misiones muy secretas de las que el público nunca se entera y, en muchos casos, estas misiones no tienen ningún elemento de combate. Los Boinas Verdes del Ejército se fundaron en 1953 como reemplazo de la Oficina de Servicios Especiales (OSS) de la Segunda Guerra Mundial.
Los requisitos generales para ingresar a las Fuerzas Especiales del Ejército han variado a lo largo de los años, pero en general son bastante elevados e incluyen varios años de servicio distinguido. La mayoría de los soldados que se unen a los Boinas Verdes del Ejército tienen una educación universitaria junto con una aptitud física extrema. El proceso de entrenamiento real se considera muy agotador, y muchas personas que solicitan el servicio de las Fuerzas Especiales no pasan el corte.
En términos generales, los Boinas Verdes operan en el ámbito de la guerra no convencional. Se utilizan para operaciones precisas que no funcionarían con una gran cantidad de soldados. Su formación es muy diversa porque se les puede pedir que realicen muchas tareas diferentes en una misión determinada. Dentro de un equipo de Boinas Verdes del Ejército, cada persona tendrá una especialidad, pero también pueden reemplazarse entre sí si es necesario.
En el campo, los boinas verdes del ejército se han utilizado en muchas capacidades diferentes. En algunos casos, tienen muy poca supervisión y deben actuar de forma independiente. A veces, su trabajo se parece más al trabajo de un espía que al de un soldado y, en muchos casos, operan sin uniforme como agentes encubiertos detrás de las líneas enemigas.
A menudo se requiere que los Boinas Verdes del Ejército pongan a los agentes enemigos en la causa de los Estados Unidos. Entrarán en un país hostil y encontrarán grupos que quieran resistir al liderazgo local. Una vez que se localiza un movimiento de resistencia, ayudan a armarlos y entrenarlos para que se conviertan en guerrilleros. Este trabajo hace que sea importante que los boinas verdes estén capacitados en idiomas, y también necesitan conocimientos de diplomacia y diferencias culturales.
Otra misión común de los Boinas Verdes del Ejército es la recopilación de inteligencia. Una vez detrás de las líneas enemigas, los soldados Boina Verde pueden ayudar a identificar objetivos para señalar ataques militares e identificar ubicaciones enemigas secretas. En algunos casos, pueden enviarse semanas antes del lanzamiento de una ofensiva para observar en secreto objetivos enemigos o instalar balizas para ataques aéreos.