El federalismo dual es la teoría política de que dos gobiernos diferentes comparten el poder soberano sobre una determinada región o pueblo. Generalmente, este es el concepto de equilibrar las escalas de poder entre un gobierno grande y amplio y uno más local y centralizado. Por lo general, esto implica algún tipo de autoridad federal y un régimen estatal. La teoría funciona como un tipo de control para garantizar que la corrupción no afecte a ningún gobierno.
Más que una forma de cooperación, el federalismo dual está diseñado para crear tensión entre las dos fuerzas. Si bien el gobierno federal exige ciertas reglas que cubren una multitud de gobiernos más pequeños, la autoridad estatal o local es responsable de casi todo lo demás. En la mayoría de los sistemas, los estados pueden controlar la autoridad nacional a través de la representación en el gobierno central. Algunos países incluso tienen un sistema de supervisión judicial en el que los recursos legales están disponibles para el poder estatal o local.
Generalmente, un federalismo dual mantiene parámetros específicos mediante los cuales se mantiene el equilibrio de poder. Los gobiernos nacionales solo pueden establecer el poder a través de un sistema de leyes. El propósito general de la autoridad federal está limitado por mandato constitucional. En toda la esfera de influencia de cada gobierno, cada autoridad mantiene una soberanía que, en general, no debería impactarse entre sí. Además, es importante que tanto el gobierno federal como el estatal trabajen juntos, pero también mantengan un cierto nivel de desconfianza para operar de manera eficiente y brindar lo mejor a sus ciudadanos.
Históricamente, el ejemplo definitivo de federalismo dual es Estados Unidos. El gobierno federal tiene el mandato de la Constitución de los Estados Unidos de mantener una serie de leyes definidas por la Declaración de Derechos, las enmiendas constitucionales y el Código de los Estados Unidos. Para mantener el control, los representantes de los estados son elegidos para un cuerpo legislativo que crea estas leyes. Los propios estados también tienen la formación de un gobierno, que es responsable de todas las demás reglas. Estos estados pueden controlar al gobierno federal a través de acciones judiciales.
Europa también tiene un sistema de federalismo dual, aunque establecido con tradiciones estatales. La Unión Europea (UE) está organizada en un gobierno federalista con poderes limitados. Cada nación miembro tiene su propio sistema de gobierno, algunos utilizan un sistema federalista mientras que otros utilizan métodos como la monarquía constitucional en el Reino Unido o una república presidencial en Francia. La propia UE, sin embargo, aplica una serie de leyes, pero los estados miembros pueden anularla.