¿Cuál es la conexión entre angiogramas y stents?

Los angiogramas y los stents son herramientas de angioplastia que se utilizan para remediar las arterias obstruidas y mejorar la salud cardiovascular. La angioplastia es un procedimiento médico que utiliza stents para ensanchar a la fuerza los vasos sanguíneos que tienen paredes cubiertas de placa, lo que limita peligrosamente la cantidad de oxígeno que llega al corazón. Para identificar las arterias obstruidas que deben mantenerse abiertas con stents, los médicos administran a los pacientes angiogramas, que son pruebas de imágenes capaces de crear un contorno visual de las arterias. Dado que las angiografías se realizan típicamente como un preludio inmediato de la angioplastia, los pacientes pueden realizarse angiografías y stents el mismo día, lo que resulta en un procedimiento rápido y una estadía en el hospital de una noche.

Durante un angiograma tradicional, un cirujano inserta un catéter en el brazo o la pierna del paciente e inyecta un medio de contraste en los vasos sanguíneos. El paciente recibe radiación electromagnética o radiación X, o rayos X. Las imágenes obtenidas a partir de los rayos X muestran un contorno de las arterias, con el medio de contraste que permite a los médicos ver qué arterias son lo suficientemente anchas para un flujo sanguíneo adecuado y cuáles son demasiado estrechas. Con base en estas imágenes, el médico determina qué arterias necesitan que se coloquen stents para expandir el ancho.

Los stents son aparatos de metal no corrosivos que mantienen abierta una arteria para mejorar la circulación. Dado que los angiogramas tradicionales y los stents requieren catéteres, el cirujano generalmente conserva el mismo catéter que se utilizó para el angiograma y lo usa para insertar el stent. Primero se inserta un globo desinflado a través del catéter en la arteria elegida y luego se infla para comprimir la placa y marcar el lugar para el stent. Después de eso, el stent se inserta en la arteria; se retiran el globo y el catéter.

Dos tipos de angiogramas no tradicionales evitan el uso de catéteres. Las angiografías por tomografía computarizada (TC) y las angiografías por resonancia magnética (ARM) utilizan líneas de terapia intravenosa (IV) que se insertan en la pierna o el brazo para inyectar tintes en el paciente. En tales casos, se debe insertar un catéter únicamente para la colocación de un stent.

Los pacientes que corren el riesgo de necesitar angiogramas y stents incluyen a los que padecen enfermedades cardiovasculares, arteriopatía periférica, problemas renovasculares y trombosis venosa profunda. Otros candidatos son personas mayores de 60 años, particularmente aquellas con dietas altas en grasas o aquellas que tienen colesterol alto. El síntoma principal de que se pueden necesitar angiogramas y stents es un dolor agudo o una opresión en el pecho. Los beneficios de la angioplastia incluyen un riesgo reducido de ataque cardíaco y evitar coágulos de sangre, aunque algunos pacientes muy sensibles a la coagulación deben tomar medicamentos para evitar que la sangre se coagule alrededor del stent.