La dispepsia, también conocida como indigestión, es una afección médica que afecta a los intestinos. Usar los dos términos indistintamente no siempre es exacto, ya que la dispepsia tiende a ser más duradera. Por lo general, afecta primero al estómago y al intestino delgado. Los síntomas comunes incluyen eructos, dolor abdominal, distensión abdominal, náuseas y sensación de estar lleno, y algunas personas también experimentan una sensación de ardor o roer en el estómago. Estos síntomas generalmente se desencadenan al comer.
Una variedad de afecciones pueden causar dispepsia, incluidas enfermedades como el hiperparatiroidismo, que es el resultado de una glándula paratiroidea hiperactiva. Otros, como la enfermedad de la tiroides, la diabetes y la enfermedad renal grave, también son causas potenciales. Los investigadores aún no están seguros de por qué estas enfermedades, que no están directamente relacionadas con el sistema gastrointestinal, causan dispepsia.
La enfermedad por reflujo ácido y las úlceras de estómago también pueden causar dispepsia. Cuando una persona sufre de reflujo ácido, el ácido de su estómago ingresa al esófago y le causa dolor en el pecho. Con el tiempo, esta acumulación de ácidos estomacales puede provocar problemas estomacales. En raras ocasiones, la afección también puede ser causada por cáncer de estómago.
Los medicamentos también pueden causar dispepsia. El tipo de medicamentos asociados con mayor frecuencia con esta afección son los medicamentos antiinflamatorios como el ibuprofeno, el estrógeno y los antibióticos. La mayoría de las drogas, sin embargo, causan problemas estomacales al menos en una pequeña parte de los consumidores.
Se cree que la mayoría de los casos de dispepsia son causados por una disfunción de los órganos dentro del tracto gastrointestinal o por los nervios que controlan estos órganos. Dado que los nervios involucrados con el tracto gastrointestinal van al cerebro y corren dentro de la médula espinal, la disfunción que causa los problemas también puede estar dentro de una de esas ubicaciones.
Las personas con un sistema gastrointestinal disfuncional son más propensas a desarrollar dispepsia. Para estas personas, ciertas afecciones, incluidas la depresión y la ansiedad, pueden aumentar su probabilidad de presentar síntomas. El ciclo menstrual de una mujer también tiende a exacerbar la dispepsia, ya que aumenta la cantidad de progesterona y estrógeno en su cuerpo. La investigación ha demostrado que bloquear estas hormonas reduce la probabilidad de desarrollar problemas estomacales.
En la mayoría de los casos, la dispepsia no es una afección grave, aunque puede resultar bastante incómoda. Cualquier persona que la padezca y tenga más de 50 años o haya perdido peso sin intentarlo debe consultar a un profesional de la salud. Otros síntomas de preocupación incluyen dificultad para tragar, vómitos intensos y deposiciones negras o con sangre.