La fascitis nodular se refiere a una afección en la que se produce un crecimiento benigno debajo de la piel, en el músculo o en los tejidos conectivos. Esto puede tener pocos síntomas, aunque en aproximadamente la mitad de los casos, puede haber algo de sensibilidad cuando se toca el crecimiento. Los médicos sugieren que la lesión de los tejidos puede ser una posible causa de esta afección. Dado que el nódulo puede aumentar rápidamente de tamaño, a veces se diagnostica erróneamente como un sarcoma canceroso y se pueden realizar exploraciones o una biopsia para descartarlo. El tratamiento puede consistir en observar el nódulo en busca de nuevos desarrollos o extirparlo quirúrgicamente.
Los tipos de material que pueden formar un crecimiento de fascitis nodular pueden incluir agua, fibras o mucosas. Estos tienden a desarrollarse como respuesta a alguna lesión externa o inflamación que ocurre dentro del cuerpo. A veces ocurren sin una causa clara.
Por lo general, los crecimientos se forman justo debajo de la piel, pero a veces estos tumores benignos también se desarrollan en los músculos o las articulaciones. Las lesiones de fascitis nodular muscular tienden a crecer más rápido y es más probable que se parezcan a los sarcomas. El tamaño de estos nodos puede variar, y pueden tener desde unas pocas centésimas de pulgada (unos pocos milímetros) hasta 0.39 a 1.97 pulgadas (1 a 5 centímetros) de diámetro.
Aunque la causa no siempre está clara, se sabe que la fascitis nodular puede ocurrir en niños o adultos y, con mayor frecuencia, afecta a personas en las primeras décadas de la edad adulta. Si los niños desarrollan esta afección, a menudo presentan crecimientos en la cabeza o el cuello. Por el contrario, los ganglios tienden a aparecer con mayor frecuencia en los antebrazos de los adultos. En la edad adulta, ambos sexos desarrollan estos crecimientos con la misma frecuencia, pero los niños varones tienen más probabilidades de desarrollarlos que las niñas. La fascitis nodular no siempre se desarrolla en los lugares o formas más esperados y existen informes de casos raros en los que se desarrolló en los senos, la espalda y las piernas o excedió el tamaño esperado.
Los síntomas de esta afección pueden incluir un bulto perceptible, posiblemente después de una lesión o inflamación. A veces, este bulto está hinchado o es doloroso, pero aproximadamente la mitad de las personas con fascitis nodular no experimentan molestias. Cualquier crecimiento en rápida expansión requiere atención médica para descartar neoplasias.
Los médicos no pueden saber al sentir un bulto si es benigno o maligno. En su lugar, pueden optar por realizar exploraciones como imágenes por resonancia magnética (IRM) o una tomografía computarizada (TC). Estos por sí solos no pueden indicar si un crecimiento es fascitis nodular o alguna otra condición que es más peligrosa. El mejor método para determinar esto es realizar una biopsia del ganglio.
Una vez que se ha identificado un crecimiento como fascitis nodular, los médicos pueden optar por no tratarlo, ya que a veces se resuelven sin intervención. Alternativamente, se puede extirpar todo el nódulo, lo cual es una buena opción si causa molestias o si el crecimiento es desagradable. Muchos pacientes responden bien a la escisión y más del 90% de los individuos no experimentan recurrencia. El tratamiento generalmente se realiza de forma ambulatoria y las personas pueden reanudar rápidamente sus actividades normales.