¿Qué es la auscultación?

La auscultación es una parte de un examen médico en el que el médico, la enfermera u otro proveedor de atención escucha los sonidos que ocurren dentro del cuerpo con la ayuda de un estetoscopio. La palabra «auscultación» se deriva del latín «escuchar» y puede llevar algún tiempo aprender a realizar este tipo de examen de manera competente. Muchas personas están familiarizadas con este proceso, ya que es una parte común de la mayoría de los exámenes físicos, diseñado para brindarle al médico información importante sobre el estado general de salud y la condición física del paciente.

Los seres humanos han reconocido el valor de escuchar sonidos internos durante siglos, como indican las amplias discusiones y descripciones de la medicina antigua. En el siglo XIX, el médico francés Rene Laennec desarrolló el estetoscopio, revolucionando el proceso de auscultación. El estetoscopio permitió a los médicos obtener un sonido mucho más claro durante este proceso, y las variantes modernas han incluido estetoscopios que registran lo que escucha el médico, cancelan el ruido superfluo y tienen otras características para mejorar la experiencia auditiva.

Durante la auscultación se pueden escuchar tres sistemas diferentes dentro del cuerpo: el corazón, los pulmones y los intestinos. La auscultación puede revelar signos de mala salud, incluidos latidos cardíacos irregulares, líquido en los pulmones u obstrucciones intestinales. Un oyente atento a menudo puede identificar condiciones muy específicas solo con el sonido, escuchando signos reveladores como un tipo particular de crujido en los pulmones que sugiere neumonía o la característica de sibilancias del asma.

Durante el examen, el médico puede mover el estetoscopio para escuchar varias áreas de interés y puede indicarle al paciente que respire profundamente, contenga la respiración o realice otras actividades para que el médico pueda escuchar los cambios en el examen. Es importante que los pacientes recuerden no moverse excesivamente durante la auscultación, ya que esto puede generar ruido de fondo que dificulta la identificación de cosas como soplos cardíacos sutiles. También es aconsejable abstenerse de hablar, ya que el estetoscopio magnificará el habla y puede ser doloroso para el médico además de perturbar el examen porque el médico ya no podrá escuchar ruidos internos sobre el sonido del habla.

Los proveedores de atención médica en formación tienen numerosas oportunidades de practicar sus habilidades de auscultación. Se escuchan entre sí de forma rutinaria y se les puede invitar a escuchar a los pacientes con presentaciones “clásicas” de condiciones particulares para que puedan familiarizarse con los diferentes sonidos que pueden escuchar en los exámenes.