La psicología experimental es un enfoque de la investigación psicológica en el que las personas utilizan experimentos en condiciones controladas para explorar y probar hipótesis sobre el comportamiento. Además de utilizar experimentos clásicos, las personas en este campo también pueden confiar en encuestas, estudios de casos y otras metodologías de investigación para ampliar el alcance y la naturaleza de su trabajo. Esta disciplina se originó en Alemania a finales del siglo XIX y se pueden ver ejemplos en todo el mundo.
En el campo más amplio de la psicología, las personas intentan comprender el comportamiento humano, incluidas las motivaciones, el desarrollo humano y la forma en que las personas actúan solas y en multitudes. Existen numerosas ramas de la psicología que cubren una variedad de temas, desde investigadores interesados en neurología y la mecánica cerebral detrás del comportamiento hasta investigadores que siguen temas como enfermedades mentales. En psicología experimental, las personas establecen condiciones experimentales controladas para probar teorías.
Las personas pueden realizar experimentos en una amplia variedad de entornos. Los investigadores pueden organizar una escena en una calle o en un evento para ver cómo reaccionan las personas si están interesadas en la psicología social, o podrían usar un entorno de laboratorio controlado para estudiar comportamientos aislados y aprender más sobre el desarrollo, la identidad y el comportamiento anormal. El experimento es supervisado por investigadores que registran datos y vigilan la seguridad de los participantes, asegurándose de que nadie corra un riesgo indebido.
Este trabajo puede involucrar sujetos animales y humanos. Trabajar con sujetos vivos conlleva considerables preocupaciones éticas, especialmente cuando esos sujetos son seres humanos. Algunos eventos notorios en la historia de la psicología experimental llevaron a un mayor escrutinio de la investigación, con mejores salvaguardias para proteger a los sujetos. Un ejemplo de ello fue el Experimento de la prisión de Stanford de 1971, donde el investigador Philip Zimbardo quería explorar cómo las personas se adaptan a los roles de prisioneros y guardias de prisiones. La simulación se volvió tan real y peligrosa para los participantes que Zimbaro decidió suspenderla antes de que terminara, y antes de una «fuga de prisión» planificada, donde amigos de los sujetos de investigación planeaban terminar el experimento por la fuerza.
Cuando las personas diseñan estudios en psicología experimental, exploran el comportamiento que están tratando de explicar y tratan de crear controles situacionales para aislar y estudiar ese comportamiento. Deben poder demostrar cómo un estudio contribuirá al campo de la psicología y también deben mostrar salvaguardas para proteger la salud y la seguridad de los participantes. Las personas que quieran ofrecerse como voluntarias para un estudio de psicología experimental deben tener la capacidad de consentimiento informado, comprender la naturaleza del experimento, su función y cómo optar por no participar.