¿Qué es la trombosis hemorroidal?

La trombosis de hemorroides ocurre cuando una hemorroide forma un coágulo de sangre. Esto hace que las hemorroides se inflamen, se pongan sensibles, se pongan rojas o azules y se sientan o parezcan duras. Una trombosis hemorroidal puede ocurrir en una hemorroide interna o externa, aunque típicamente ocurren más en hemorroides externas. Cuando una hemorroide se trombosis, suele ser bastante dolorosa y, a veces, requiere cirugía.

Una hemorroide es el resultado de una vena congestionada en el área del ano o el recto. Las hemorroides internas ocurren dentro del recto y las hemorroides externas ocurren fuera del recto. A menudo pueden causar picazón y dolor, y causarán sangrado en las heces y al limpiar el área con papel higiénico.

Las causas de las hemorroides son muchas. Puede deberse al embarazo, la edad, estar demasiado sentado, la falta de ejercicio o una dieta baja en fibra. Otras causas pueden incluir el esfuerzo al defecar, el levantamiento de pesas y la genética. La causa de una trombosis suele ser la misma que causa una hemorroide, y cualquier actividad que cause la falta de flujo sanguíneo a la hemorroide puede causar el problema.

Una trombosis de hemorroides a menudo desaparecerá por sí sola. Después de varias semanas, el coágulo se disuelve y regresa el flujo sanguíneo normal. Si esto no ocurre, es posible que se requiera cirugía. A veces, simplemente detener la actividad que causó el problema, como sentarse durante un período prolongado de tiempo o dejar de levantar pesas, puede solucionar el problema.

Se pueden realizar otros tratamientos simples para ayudar con la afección. Remojarse en una tina poco profunda de agua caliente, conocida como baño de asiento, y usar cremas con hidrocortisona puede ayudar a aliviar los síntomas de la trombosis y ayudar con el flujo sanguíneo. Si estos u otros remedios no funcionan para reducir la trombosis, el siguiente paso es la cirugía.

Hay varios procedimientos quirúrgicos que se realizan para la trombosis de hemorroides. Lo más fácil y rápido es drenar la trombosis haciendo una escisión en ella. Sin embargo, esta no es la mejor solución a largo plazo, ya que las hemorroides y la trombosis que la acompañan pueden volver fácilmente.
Otro procedimiento común es la ligadura de trompas. Consiste en atar una goma elástica firmemente alrededor de los dos extremos de la trombosis. Corta el suministro de sangre a las hemorroides, provocando que se marchiten y mueran. Esto no se hace comúnmente para una trombosis, pero es más efectivo que simplemente cortarlo.

El procedimiento más eficaz para una trombosis hemorroidal es la extirpación quirúrgica completa del problema en lo que se conoce como hemorroidectomía completa. Se inyecta anestesia en el área y se extraen la trombosis y el vaso sanguíneo. El problema puede volver a aparecer, pero este procedimiento se considera el más eficaz.