¿Qué es la atribución disposicional?

La atribución disposicional es la tendencia a sugerir que el comportamiento es el resultado de rasgos de personalidad innatos. Por ejemplo, si alguien está haciendo cola en el cine y otra persona corta, la víctima podría asumir que el cortador es irreflexivo o grosero, y que estos rasgos internos llevaron a la decisión de saltar la línea. Lo opuesto es la atribución situacional, donde las personas deciden que el comportamiento se basa en factores situacionales. En el ejemplo de la línea de la película, la víctima puede notar que el cortador fue golpeado por otra persona y es posible que no haya tenido la intención de empujar hacia la línea.

Comprender la atribución es una parte importante de la psicología social, el estudio de los comportamientos humanos en contextos sociales y grupales. Los factores complejos juegan un papel en la forma en que las personas deciden atribuir su propio comportamiento, así como el comportamiento de las personas que los rodean. Cuando alguien evalúa a otra parte después de cometer una acción, consideraciones como la raza, el género y la etnia pueden determinar cómo el observador decide explicar la acción.

Situacional y disposicional juegan un papel en el error fundamental de atribución, un fenómeno conocido en psicología social. La gente tiende a culpar a los rasgos innatos de las fallas de los demás, demostrando una atribución disposicional: «Él no puede conseguir un trabajo porque es vaga» o «Ella es demasiado mala para ser una buena maestra». Por el contrario, cuando se les pide que expliquen su propio comportamiento, afirman que fue la situación: “No puedo encontrar trabajo porque el mercado está apretado”; «Tuve problemas para enseñar esa clase porque los estudiantes eran disruptivos».

El fenómeno de la atribución disposicional puede influir en numerosas actitudes sociales. En los debates sobre los programas de asistencia social, por ejemplo, algunas personas pueden participar en la atribución disposicional y argumentar que los beneficiarios de los beneficios del gobierno son vagos o fraudulentos y no necesitan realmente ayuda. Los defensores de tales programas podrían argumentar que los factores situacionales como las disparidades en el empleo son los culpables de la desigualdad social.

En cualquier situación en la que los individuos interactúan y participan en actividades, hacen una serie de juicios rápidos entre sí, y las atribuciones se encuentran entre estos juicios. Además del error fundamental de atribución, puede haber una tendencia a sugerir que los comportamientos personales positivos son el resultado de rasgos innatamente buenos, mientras que los fracasos personales son claramente el resultado de situaciones. Por el contrario, cuando a otras personas les va bien, puede atribuirse a la situación, mientras que las fallas se consideran la consecuencia de rasgos de carácter negativos. La tendencia a enfatizar más la atribución situacional o disposicional, dependiendo de quiénes están involucrados y qué están haciendo, puede revelar sesgos, algunos de los cuales pueden ser internalizados en lugar de evidentes.