El queratoacantoma es un tipo de cáncer de piel que emerge como una gran protuberancia con un cráter abierto lleno de minerales en el medio. Pueden aparecer protuberancias en la cabeza, los brazos, las piernas o el torso. Es poco común que una persona tenga más de un tumor de queratoacantoma en su cuerpo y este tipo de cáncer casi nunca se disemina a otras partes del cuerpo. Un dermatólogo generalmente puede extirpar una lesión con un procedimiento quirúrgico rápido y relativamente simple.
Los médicos y los investigadores médicos no están seguros de las causas exactas del queratoacantoma, pero han identificado varios factores de riesgo para desarrollar la afección. La sobreexposición a la luz solar se considera una causa probable, ya que la mayoría de las lesiones aparecen en áreas de la piel que se exponen con frecuencia a la luz, especialmente la cara y los brazos. Algunos estudios han demostrado que trabajar con productos químicos industriales peligrosos está altamente correlacionado con el cáncer de piel. Además, los investigadores también han identificado la infección por el virus del papiloma humano y los traumatismos directos en la piel como posibles causas de queratoacantoma. Las personas mayores de 50 años son más susceptibles al cáncer, y es muy raro en pacientes menores de 20 años.
Una lesión de queratoacantoma aparece primero como una pequeña protuberancia roja o del color de la piel. En el transcurso de dos a cuatro semanas, puede convertirse en un montículo parecido a un volcán con una gran abertura llena de queratina. Las lesiones activas suelen tener menos de dos pulgadas (aproximadamente 5 cm) de diámetro y tienen una apariencia blanca, dura y crujiente. Después de aproximadamente seis semanas, una lesión comienza a marchitarse y encogerse lentamente durante aproximadamente un año hasta que queda una cicatriz dura y desfigurante.
Una persona debe visitar a un dermatólogo o médico de atención primaria si nota un crecimiento anormal de la piel. Un médico puede recolectar una muestra de tejido del interior de la lesión que pueden analizar los científicos de laboratorio. Se deben realizar pruebas de laboratorio exhaustivas para diferenciar el queratoacantoma de otra afección más peligrosa llamada carcinoma de células escamosas. Una vez que se ha realizado un diagnóstico, el médico puede determinar el mejor curso de tratamiento según el tamaño y la ubicación del tumor.
Por lo general, un cirujano opta por extirpar una lesión de tamaño pequeño o mediano aplicando un anestésico local para adormecer el área y extirpar el tumor. Se sutura la herida y se administran antibióticos al paciente para ayudar a prevenir una infección. En el caso de una lesión grande que no se puede extirpar fácilmente mediante cirugía, es posible que el paciente deba someterse a tratamientos de radiación para extirparla. Después de un procedimiento exitoso, generalmente se le indica al paciente que use protector solar y programe chequeos dermatológicos regulares para ayudar a prevenir problemas futuros de la piel.