Una hernia diafragmática es una afección médica de emergencia en la que los músculos del diafragma se desgarran o deforman, lo que a menudo conduce a problemas respiratorios graves. En la mayoría de los casos, las hernias diafragmáticas son el resultado de deformidades congénitas y causan complicaciones graves en los recién nacidos. Algunos pacientes experimentan hernias más tarde en la vida debido a un traumatismo directo en el abdomen y el pecho. La cirugía de emergencia suele ser necesaria para ajustar los órganos internos a su lugar y suturar el diafragma dañado. Con tratamiento inmediato y atención de seguimiento para prevenir infecciones, la mayoría de los pacientes lactantes y adultos pueden sobrevivir sin problemas de salud a largo plazo.
Una hernia diafragmática congénita puede ocurrir cuando la cavidad abdominal y los órganos internos del feto no se desarrollan por completo. Puede haber una abertura u orificio visible en el diafragma, generalmente en el lado izquierdo, que permite que los órganos abdominales se muevan hacia la cavidad torácica y ejerzan presión sobre los pulmones. Es común que una hernia diafragmática impida el desarrollo de uno o ambos pulmones, lo que puede limitar seriamente la capacidad respiratoria del recién nacido. La causa exacta de una hernia congénita puede ser difícil de determinar, aunque por lo general están involucradas mutaciones genéticas.
Las hernias diafragmáticas que no son causadas por problemas congénitos suelen ser el resultado de accidentes traumáticos. Una persona que sufre un impacto repentino en el abdomen, la pelvis o el pecho corre el riesgo de desarrollar una hernia. El dolor que acompaña a una lesión de este tipo suele ser inmediato y severo, y es probable que una persona experimente dificultad para respirar, náuseas e incapacidad para pararse o caminar.
Un obstetra generalmente nota una hernia diafragmática congénita antes de que nazca un bebé a través de exámenes de ultrasonido. Después del nacimiento, los médicos insertan inmediatamente un tubo torácico y administran líquidos por vía intravenosa para estabilizar los signos vitales del bebé. Un equipo de cirujanos especialistas intenta realinear los órganos, cerrar el orificio del diafragma y reparar los pulmones si están dañados. En el caso de un pulmón subdesarrollado, puede ser necesario un trasplante para salvar la vida del bebé.
Un adulto con una hernia diafragmática traumática también necesita una cirugía de emergencia para prevenir una complicación potencialmente mortal. Una radiografía de tórax puede revelar la extensión del daño y el abultamiento de los órganos antes de intentar la cirugía. Los cirujanos generalmente cortan la cavidad abdominal, colocan con cuidado los órganos en su lugar y suturan el músculo del diafragma. Por lo general, se mantiene al paciente en el hospital durante varios días para controlar su estado y luego se programan controles regulares para asegurarse de que los problemas se hayan resuelto por completo.