La desrealización es un síntoma disociativo asociado con algunas formas de enfermedad mental y trastornos neurológicos. Cuando un paciente experimenta este síntoma, se siente alejado del entorno que lo rodea. Esto no es peligroso ni dañino, pero puede ser inquietante. Se pueden usar varias técnicas para abordar este síntoma, que van desde técnicas de manejo del estrés que se usan mientras ocurre para ayudar al paciente a mantener la calma hasta psicoterapia o tratamiento médico para abordar el trastorno subyacente que conduce a la sensación de distancia.
Este síntoma está muy relacionado con la despersonalización, en la que las personas se sienten distanciadas de sí mismas. Alguien que experimente la desrealización puede sentir que su entorno es falso o simulado, o experimentar un deja vu en un lugar en el que nunca ha estado. Las personas también pueden experimentar jamais vu, en el que un lugar familiar parece totalmente extraño. Los objetos pueden parecer lejanos, aplanados o borrosos, y el paciente a menudo tiene problemas para articular la experiencia, lo que puede dificultar la identificación cuando un paciente intenta comunicarse con un médico o terapeuta.
Varias condiciones psicológicas, incluidos los trastornos de ansiedad, la esquizofrenia y la simple privación del sueño, se han relacionado con la desrealización. Las personas con ciertos tipos de lesiones cerebrales y enfermedades neurológicas progresivas también pueden tener este síntoma. También pueden experimentar mareos, confusión o náuseas, o pueden experimentarlo por sí solo.
Cuando los pacientes comienzan a sentir una sensación de desapego, pueden usar técnicas de manejo del estrés para combatir los sentimientos de estrés y desasosiego. A algunos pacientes les ayuda respirar profundamente, cerrar los ojos, acostarse o hablar con otra persona en la habitación, y un paciente y un psicoterapeuta pueden desarrollar técnicas individuales para manejar el problema a medida que surja. La psicoterapia o el tratamiento de los trastornos neurológicos pueden ayudar a los pacientes a abordar la afección subyacente que conduce a la desrealización, lo que reducirá la incidencia de este síntoma.
Los pacientes deben ser conscientes de que este síntoma es muy común y, de hecho, es de esperar con muchas afecciones. Tener esta experiencia no significa que un paciente esté perdiendo el control de la realidad o que su condición esté empeorando. Algunos encuentran que es útil hablar con otros pacientes que están experimentando este síntoma para que puedan comparar las técnicas de manejo y se acostumbren a la idea de que es muy común y normal que experimenten alteraciones de percepción temporales.