¿Qué es la dacriocistitis?

La dacriocistitis es una infección del saco lagrimal, la pequeña bolsa junto al ojo que produce lágrimas. Normalmente, las lágrimas fluyen fuera del saco lagrimal y atraviesan el ojo para lubricarlo, y luego drenan a través de los conductos nasolagrimales. En alguien con dacriocistitis, los conductos se inflaman, reduciendo la producción de lágrimas y provocando una variedad de síntomas. Esta afección puede ser bastante dolorosa y es importante recibir tratamiento para reducir el riesgo de que la infección se propague o cause daño al ojo.

Esta afección ocurre comúnmente en bebés, porque sus conductos nasolagrimales no están completamente formados, y en los ancianos. Puede ser aguda, es decir que aparece de forma repentina y sin antecedentes, o crónica, en cuyo caso se manifiesta como una infección recurrente constante. La dacriocistitis crónica puede indicar un problema más grave y puede ser necesario un tratamiento agresivo para resolverlo.

Esta afección generalmente comienza con un bloqueo en los conductos lagrimales, lo que provoca una acumulación de líquido en el saco lagrimal. Este líquido genera bacterias, que se propagan y causan infecciones. En casos extremos, el saco puede estallar y hacer que aparezca una llaga abierta junto al ojo. Si la afección no se trata, las bacterias responsables de la infección pueden propagarse sin control, llegando incluso al cerebro y causando una infección muy grave.

Los pacientes suelen notar dacriocistitis en las primeras etapas, ya que aparecen enrojecimiento e hinchazón alrededor del saco lagrimal. El área alrededor del ojo también puede volverse sensible, adolorida y muy dolorosa al tacto. Algunas personas experimentaron un aumento en la producción de lágrimas, junto con una secreción del ojo, mientras que otras experimentaron una disminución del lagrimeo, lo que puede provocar sequedad del ojo y causar molestias adicionales.

Las personas pueden tratar la dacriocistitis en casa con el uso de compresas calientes, especialmente en las primeras etapas. Una compresa tibia hecha con un paño limpio y agua caliente a veces puede abrir los conductos, lo que les permite fluir libremente y aliviar la infección. Las compresas también reducirán el dolor y la hinchazón, haciendo que el paciente se sienta más cómodo.

Si la dacriocistitis aguda no se resuelve por sí sola, o si se vuelve crónica, se debe consultar a un oftalmólogo. Puede ser necesario el uso de antibióticos para resolver la infección y, a veces, se pueden utilizar medios quirúrgicos para corregir el bloqueo. Las personas no deben intentar pinchar el saco lagrimal en casa, ya que estallar puede propagar la infección. Si el saco se abre de golpe, se recomienda encarecidamente la atención médica inmediata.