¿Qué es la disfunción vascular?

La disfunción vascular es un trastorno del sistema vascular caracterizado por un mal funcionamiento de los vasos sanguíneos. En pacientes con esta afección, la estructura de los vasos sanguíneos puede ser normal, sin lesiones obvias como placas, pero la función se interrumpe y el paciente experimenta un flujo sanguíneo deficiente como resultado. Las mujeres son especialmente propensas a la disfunción vascular y puede provocar retrasos en el diagnóstico de afecciones como la isquemia miocárdica, en la que el corazón no recibe suficiente sangre, ya que los pacientes no experimentarán síntomas convencionales y no parecen tener problemas vasculares en el examen superficial. .

Es posible experimentar cambios estructurales y funcionales en los vasos sanguíneos, y muchos pacientes con disfunción vascular también experimentan problemas estructurales como obstrucciones en las arterias creadas por placas. Generalmente, la disfunción vascular involucra las células que recubren los vasos sanguíneos y se puede encontrar en vasos de varios tamaños. Estas células no funcionan normalmente, lo que genera problemas con el sistema circulatorio.

Los pacientes experimentarán una reducción en el flujo sanguíneo, lo que hará más difícil llevar oxígeno y nutrientes a las células periféricas. Además, es más difícil eliminar los desechos cuando la circulación se ve afectada. Como resultado, las personas con disfunción vascular pueden experimentar muerte celular en células que no reciben suficiente sangre. Esto puede estar localizado en un área pequeña asociada con vasos particulares deteriorados.

Se pueden utilizar varias herramientas de diagnóstico para evaluar a los pacientes con sospecha de disfunción vascular. Las pruebas de función cardíaca se pueden utilizar para ver si el corazón parece estar tenso y también es posible medir la velocidad del flujo sanguíneo en varios vasos además de tomar medidas de presión arterial. También puede ser importante conocer síntomas como fatiga, mareos y confusión, ya que pueden reflejar una interferencia con el suministro de sangre al cerebro. En situaciones de emergencia donde la disfunción vascular está contribuyendo claramente a un problema como un ataque cardíaco, se necesita una intervención médica rápida para estabilizar al paciente.

Los pacientes con disfunción vascular pueden experimentar complicaciones como las asociadas con la enfermedad cardiovascular, pero con un conjunto diferente de síntomas. Esto puede dificultar que los proveedores de atención identifiquen con precisión los primeros signos de advertencia de problemas vasculares, especialmente en el caso de médicos mayores que pueden haber recibido capacitación en una época en la que esta afección no se reconocía. Las personas con antecedentes familiares de problemas cardiovasculares deben asegurarse de ser evaluados cuidadosamente con miras a los cambios funcionales y estructurales en los vasos sanguíneos.