¿Qué es la retención urinaria?

La retención urinaria ocurre cuando una persona no puede orinar y necesita o solo puede orinar una pequeña cantidad, pero no puede eliminar completamente la orina de la vejiga. Esta condición puede clasificarse como crónica o aguda, donde en condiciones crónicas la persona experimenta esto en menor o menor grado de manera bastante constante. Tiene una variedad de causas y el tratamiento depende de la causa. En varios casos, la retención urinaria se puede curar por completo, pero a veces solo se puede paliar mediante medidas que deben emplearse de manera constante para vaciar la vejiga.

Los síntomas de la retención urinaria pueden ser diferentes dependiendo de si la afección es aguda o crónica. La retención aguda es muy grave y significa que no hay forma de orinar. Una persona simplemente no puede, no importa cuánto lo intente.

Esta forma de la afección se considera extremadamente grave y médicamente urgente porque el llenado continuo de la vejiga puede provocar un daño permanente. Puede ocurrir como resultado de algún daño en la vejiga o en las estructuras que la rodean y, a veces, ese daño es temporal. Por ejemplo, una mujer embarazada que tiene una epidural durante el trabajo de parto con frecuencia experimenta una retención aguda; para abordar esto, es posible que tenga un catéter de orina para eliminar la orina y evitar lesiones en la vejiga.

En la mayoría de los casos, el tratamiento estándar para la retención aguda es usar primero un catéter urinario para vaciar la vejiga. Dependiendo de las causas subyacentes, este podría ser el único tratamiento o podrían ser necesarios tratamientos adicionales. Si el daño a la vejiga o la capacidad para orinar se ve afectado durante un período prolongado, podría ser necesario un cateterismo regular.

No siempre es necesario utilizar un cateterismo para la retención urinaria crónica. En esta condición, también puede existir riesgo de daño de la vejiga con el tiempo, pero las personas pueden excretar algo de orina. Con mucha frecuencia, la afección subyacente de las formas crónicas es el agrandamiento de la glándula prostática; esta es la causa más común y es exclusiva de los hombres. El tratamiento puede consistir en reducir la glándula prostática cuando este es el caso.

Otras causas de retención urinaria crónica incluyen infección del tracto urinario, debilidad en la vejiga y la vagina o el piso pélvico, problemas con la uretra que hacen que se estreche, obstrucción de la uretra con cálculos en la vejiga y ciertos medicamentos. Es fácil ver cuán diferente puede ser el tratamiento según la causa. Una infección del tracto urinario podría requerir la administración de antibióticos, los cálculos en la vejiga podrían tener que disolverse con medicamentos o eliminarse quirúrgicamente, y algunos medicamentos como los antihistamínicos o los que se usan para la incontinencia urinaria podrían necesitar suspenderse.

Se podrían necesitar medidas más invasivas si el piso pélvico se debilita lo suficiente como para permitir que la vejiga empuje hacia la vagina, y la cirugía para reparar los músculos no es infrecuente. Algunos hombres tienen estenosis uretral, lo que resulta en una vía mucho más estrecha para orinar. El catéter con balón podría abrir esta estenosis o podrían ser necesarias medidas quirúrgicas para crear una mejor apertura.

A veces, el daño a los nervios es tan importante que las personas requieren un cateterismo urinario regular. La capacitación sobre cómo realizar esto correctamente en condiciones limpias o estériles es extremadamente valiosa para prevenir infecciones. Los cateterismos regulares tienden a causar un riesgo mucho mayor de infección en el tracto urinario, lo que podría conducir a un caso agudo de retención urinaria.

También debe tenerse en cuenta que incluso si la retención urinaria crónica es menos urgente de inmediato que las formas agudas, aún requiere tratamiento médico. La incapacidad para ir parte del tiempo o vaciar la vejiga por completo corre el riesgo de una infección constante y un gran daño a la vejiga que podría hacer que el problema sea irreparable. Si surge esta afección, se debe informar a un médico de inmediato, para que se pueda diagnosticar la causa y comenzar el tratamiento.